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“Estudiar es una tabla de salvación”, Sara Moreno

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“Estudiar es una tabla de salvación”, Sara Moreno

Texto por

Isabella Saldarriaga 

Valeria Aristizábal 

Juan Pablo Rodríguez 

Daniela Toro 

Sara Moreno es psicóloga y actual coordinadora de Apoyo Académico y Psicosocial. En su tiempo en Eafit ha sido también la coordinadora de la asignatura de Inducción de Bienestar Universitario, que reciben los estudiantes en el primer semestre, y hace parte del equipo de trabajo de la campaña de “Alcemos la mano” y del departamento de Desarrollo Estudiantil. Durante la entrevista se ven reflejadas las distintas áreas en las que ha trabajado y se hace un complemento con el rendimiento académico y los diferentes métodos de aprendizaje para que los estudiantes tengan una mejor adaptación a la virtualidad.

¿Cuáles son las afectaciones que han tenido los estudiantes y más se han desarrollado durante la pandemia?  

A inicios de la pandemia, se sentía agobio, cansancio, sensación de aislamiento, tenían el sentimiento que el proceso de acomodarse a la nueva situación era complejo y sin embargo no hubo un mal desempeño y no hubo muchas cancelaciones. Para el segundo semestre se presentaron múltiples dificultades familiares y dificultades económicas, también hubo cuestionamiento por parte de los estudiantes si seguir estudiando o no. Emocionalmente se encontraban sentimientos de ansiedad, angustia o miedo a que un ser querido se contagie.

¿Las afectaciones actualmente han tenido algún cambio?

Para inicios de este año 2021 se podría presenciar un alivio, sin embargo, con la nueva situación que se está presentando, con el pico de contagios, genera angustia saber que por un tiempo las cosas mejoraron, pero ahora la situación se está acomplejando. Emocionalmente empieza a aparecer desmotivación, cansancio y sentimiento de que la situación seguirá empeorando. Se empieza a notar dificultades de concentración, poca energía para hacer las cosas, estrés o duelo por pérdida de seres queridos. 

¿Qué recursos pone a disposición la universidad para aquellos estudiantes o personal que están pasando por momentos difíciles respecto a su salud mental?

Múltiples recursos como: 

  • Acciones comunicativas.
  • Actividades formativas.
  • Servicio de intervención.
  • Asesoría de anticoncepción y prevención.
  • Línea de contacto de WhatsApp.
  • Directorio de servicios de salud con convenios externos.
  • Estrategias en conjunto con los estudiantes de pregrado de psicología, grupos estudiantiles, con los representantes estudiantiles, entre otros…
  • Deporte y desarrollo artístico.
  • Retorno seguro: con el fin de poder recordar las labores de autocuidado, ser empáticos con el otro y recordar los mensajes de esperanza y solidaridad.

¿Cómo afecta al rendimiento académico estas situaciones de salud, no solo mental sino también física?

El rendimiento académico no se vio afectado, sino que fue una “tabla de salvación”, a pesar de esto, la experiencia de aprendizaje tuvo un cambio notorio, pues se volvió más complejo mantener la concentración y estar motivado, ya que actualmente “estábamos muy habituados a estar en interacción poniendo en juego nuestro cuerpo”, es decir, a movernos constantemente e interactuar de una manera diferente y el sedentarismo que vino con el confinamiento causó diversas alteraciones físicas, como dolores de espalda y de cabeza.  

¿Qué estrategias utiliza actualmente la Universidad para ayudar a los estudiantes académicamente?

 Se han hecho adecuaciones para que las clases sean más fructíferas, los profesores se han capacitado para dictar las clases de una manera diferente con la que puedan hacer que los estudiantes se conecten mejor con la clase.  De igual manera, el estudiante debería habituarse para mejorar su propio rendimiento. Unos de estos cuidados pueden ser: tener buena disposición, estar sentado, bañarse, prender la cámara, participar y tomar nota.

¿Cuál ha sido la percepción de los profesores respecto al aprendizaje de los estudiantes en la virtualidad?

Este año 2021 tuvo una leve mejoría en cuanto a la adaptación a la virtualidad y a las nuevas estrategias de enseñanza. Sin embargo, fue un gran reto para los profesores, puesto que no estaban acostumbrados a enseñar en esta modalidad que trajo la pandemia. Mediante acompañamiento, asesorías y tutorías se fueron acomodando más rápidamente.

¿Cómo se podría comparar el rendimiento académico antes de la pandemia y en la actualidad? 

En el 2020-1 hubo una mejoría, probablemente a causa del confinamiento, pues los estudiantes usaban el estudio como “distracción” o una manera de sentirse productivos. También es importante recalcar que hubo menor número de materias matriculadas por estudiantes (no eligieron la carga académica completa), esto causa que el promedio pueda mejorar, sin embargo, hay casos en los que el estudiante puede sentirse con menos exigencia y como consecuencia su promedio desmejora, debido a que siente que no tiene mucho que hacer.  

¿Considera usted que, al estar estudiando desde casa rodeado de múltiples distracciones como la familia, las mascotas y otros factores pueden afectar el rendimiento académico del estudiante? 

En casa la distracción puede venir de un sinnúmero de factores que afecten, sin embargo, los estudiantes por cuenta propia pueden hacer acuerdos con las personas con las que viven. Todo esto es para mantener una convivencia sana entre sus familiares, lo cual permite que el estudiante tenga un buen espacio y un ambiente adecuado para el estudio, también permite que maneje sus tiempos y pueda no solo estudiar, sino también hacer sus hobbies, actividades y hábitos. 

¿Considera que la presencialidad es el factor más importante para un buen aprendizaje? 

Lo más importante para un buen aprendizaje es tener ganas de estudiar y tener interacción con los profesores y los compañeros de clase, esto ayudará a que compartan conocimientos de manera diferente y que posiblemente puedan captar más fácilmente temas de mayor dificultad o simplemente puedan compartir estrategias de estudio.

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