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“Está bien ser un conejo, Jojo”

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“Está bien ser un conejo, Jojo”

Ana María Bozón Velásquez

Se usa el humor negro para comprender la realidad de los personajes y asimilar los obstáculos a los que se enfrentan; y vemos cómo Hitler se torna cada vez más oscuro

Existen centenares de películas sobre la Segunda Guerra Mundial. Soy una fan de este tipo de películas y me atrevería a decir que casi todas, por no decir todas, se narran desde la perspectiva de la víctima y cómo tiene que luchar contra un enemigo externo. En especial si son de Hollywood, la mayoría de las producciones que aluden a este tema, son una propaganda del gobierno estadounidense para mostrarse como potencia militar invencible.

Lo que Jojo Rabbit comparte con las demás adaptaciones Hollywoodescas es el tema. Dirigida por el neozelandés Taika Waititi y estrenada el  8 de septiembre del 2019 en el Festival Internacional de Cine de Toronto, esta película es narrada desde la perspectiva de Jojo Betzler, un niño alemán de 10 años.

Jojo Rabbit es una sátira hacia la Segunda Guerra Mundial que nos interna en  la sociedad alemana de la guerra; nos ofrece un vistazo de primera mano del adoctrinamiento; cómo los niños eran enseñados a poner a su país por sobre sí mismos; que tener miedo era sinónimo de vergüenza, y lo más importante: a adorar al Führer a tal punto que dar la vida por él era todo un honor.

Como todo niño alemán, Jojo es enviado a formar parte de las Juventudes Hitlerianas, en donde aprenderá técnicas de combate, a manejar armamento y disciplina. Aunque más allá de querer ser el mejor nazi de todos, Jojo lo que quiere es acoplarse, no dejarse molestar por los más grandes, destacar en las pruebas… ser un niño normal en lo que, ante sus ojos, es un campamento normal.

Algo nuevo para mí, fue ver el adoctrinamiento que hacía parte del entrenamiento. Imagina tener 10 años otra vez, tus papás te mandan a un campamento en el que, además de actividades físicas, te enseñan cosas horribles sobre los judíos: que son unos monstruos peligrosos que viven entre nosotros como una plaga y si no los exterminamos a ellos, ellos nos exterminarán a nosotros, y que los únicos hombres dignos y civilizados son los arios. No sé tú, pero para mí esto se habría grabado a fuego en mi mente como verdad sagrada, en especial en medio de una guerra. Una visión sobre cómo imponer odio con base en el miedo.

– “¡Te dije que dibujaras dónde viven los judíos! Esto es solo un estúpido dibujo de mi cabeza.”

–   “Exacto. Ahí es donde vivimos.”

Como escudo protector y forma de asimilar el tercer Reich, Jojo desarrolla un peculiar amigo imaginario: nada más y nada menos que el mismísimo Hitler, el cual es interpretado por el director de la cinta, Taika Waititi. Abordado como una caricatura y burla hacia el personaje real, el Führer, representa la moral impuesta por el partido, la forma en que Jojo ve la guerra, lo aconseja, empodera y consuela durante la primera parte de la trama, se vuelve su “mejor amigo”, lo anima a no estar avergonzado por ser pequeño, por ser un “conejo”, si no a verle el lado positivo y las ventajas que esto le trae sobre los demás.  A medida que esta avanza, es una clara representación del conflicto interno al que Jojo se ve enfrentado y nos ayuda a entender qué está pasando por su cabeza.

Otro factor único de la película es el papel que juega su madre, interpretada por Scarlett Johansson. Si bien, hay varias películas que retratan el papel que juegan las madres durante la guerra, el enfoque general que se les da es más de víctima. En esta película, el papel de Rosie Betzler es la personificación del girl power dentro de la sociedad en guerra. Sabiendo que su esposo no volverá de la guerra y luego de haber perdido a su hija mayor, Rosie no permite que el dolor ni el terror la inmovilicen. Al contrario, vemos a una mujer fuerte que lucha por sus ideales, por su país, que no permite que su pequeño hijo la vea sufrir con tal de protegerlo, que lo anima a aceptar sus diferencias y a defender lo que considera correcto.

La actuación de la actriz es un trabajo impecable, haciendo que un personaje secundario tenga tanta importancia como el de protagonista.

A medida que la trama se desenvuelve, la moral impuesta de Jojo es sometida a prueba por una niña judía que descubre viviendo en el interior de las paredes del cuarto de su hermana.  Se usa el humor negro para comprender la realidad de los personajes y asimilar los obstáculos a los que se enfrentan. Vemos cómo Hitler se torna cada vez más oscuro, cómo Jojo empieza a tener peleas con él, representando su pelea interna entre su ética y su moral obligada.

Intentaré no hacerle spoilers, pero independientemente de que le agrade la idea de poner al Führer como amigo imaginario de un niño o no, este personaje es una visualización de la mente de Jojo, su crecimiento a lo largo de la cinta y su guerra interna.

El pueblo alemán también es retratado de forma diferente. No son lo que estamos acostumbrados a ver, sino gente normal que tiene sus propias opiniones e ideas; también sienten y sufren. No estoy diciendo que es una película de culto hacia el pueblo alemán, o que busca victimizarlos ni que el espectador sienta lástima de que hayan tenido que ir a la guerra y que pesar, el único loco que quería dominar al mundo ahí era Hitler, los demás estaban obligados.

Se muestra la otra cara de la moneda; si bien muchísimos alemanes eran fieles nazis y veían con buenos ojos todos los horrores que ya conocemos, también estaban los que en efecto amaban a su país, pero no compartían los ideales de la guerra, los que no querían ir al campo de batalla; estaban asustados,  querían que la guerra acabara; eran humanos. Podemos ver a un pueblo alemán humano, más no victimizado.

Esta película es una historia de crecimiento personal, madurez y superación. Prepare los pañuelos porque le esperan varias escenas conmovedoras que sin duda le sacarán algunas lágrimas. Yo la disfruté bastante y siendo alguien a quien le encanta el plomo, los gritos y las batallas, la recomiendo full a pesar de tener una trama “suave”, en especial, si quieres ver otra perspectiva de la misma historia. Pero eso sí, debes tener una mente muy abierta si no quieres terminar al final indignado y sintiéndote estafado.

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