“Para todos los protagonistas y colaboradores va mi gratitud eterna por haber hecho posible que no quedara en el olvido este drama bestial […] A todos ellos lo dedico, y con ellos a todos los colombianos –inocentes y culpables– con la esperanza de que nunca más nos suceda este libro”: Gabriel García Márquez.
Eran los años 90 en Colombia. El narcoterrorismo agudizaba sus ataques en una guerra contra el Estado que terminó llevando a todo un país a la desesperanza.
Los Extraditables, el grupo de narcotraficantes que era encabezado por Pablo Escobar, se jugaban sus últimas cartas para evitar que la Corte Suprema de Justicia aprobara la extradición: “Preferimos una tumba en Colombia, a un calabozo en los Estados Unidos”, proclamaban.
El resultado de aquella acción del narcotráfico fue el secuestro de 10 figuras prominentes de la esfera pública colombiana, como una estrategia para ejercer presión al entonces gobierno del presidente César Gaviria Trujillo (1990-1994).
Informe del ya desaparecido Noticiero TV Hoy, en su emisión del 20 de mayo de 1991, que describe la liberación de Maruja Pachón de Villamizar, una de las protagonistas de esta historia.
De este suceso parte Gabriel García Márquez en Noticia de un secuestro, su gran reportaje publicado en 1996, cinco años después las liberaciones de Maruja Pachón y Francisco Santos, los últimos de esos secuestrados en salir de cautiverio.
Como lo avecina su nombre, Noticia de un secuestro narra lo que fue este hecho noticioso y lo convierte en una reconstrucción detallada de los sucesos, capaz de plasmar la tragedia del secuestro de manera vívida y cercana, como si el mismo García Márquez hubiera presenciado a través de una figura omnipresente el minuto a minuto de los rehenes.
Pero el libro no solo da cuenta de las penurias que atravesaron los secuestrados, también establece paralelos entre lo que sucedía en el país en aquellos meses de amenazas y persecuciones perpetuadas por Los Extraditables.
A la par, retrata el drama de las familias de los cautivos, las otras víctimas que enfrentaban desde afuera la incertidumbre que producía la sensación inminente de la muerte. Un presentimiento que alcanzó las vidas de Diana Turbay y Marina Montoya, las dos secuestradas asesinadas.
Alberto Villamizar, esposo de Maruja Pachón y hermano de Beatriz Villamizar, otra de las rehenes, es el personaje más destacado desde esta mirada de la historia. De él se siguen sus movimientos frente al Estado y hacia el mismo Pablo Escobar en la búsqueda por conseguir la liberación de los secuestrados.
Otros sucesos que tienen lugar en la narración son las acciones y respuestas del gobierno de César Gaviria ante las presiones de Los Extraditables, las negociaciones y la posterior entrega de Pablo Escobar.
El libro demuestra la fragilidad y la insuficiencia de las instituciones del Estado en su lucha contra el narcoterrorismo.
Cada episodio que se cuenta es desglosado minuciosamente, remontándonos a sus antecedentes, los actores implicados, la cronología del hecho y las secuelas que ocasionó.
Este recurso en el que el autor apela a la reportería, permite a cualquier lector –sin importar si desconoce la historia colombiana– conocer el contexto sobre una época violenta que vivió el país bajo la sombra del Cartel de Medellín.
Teniendo en cuenta la relevancia de García Márquez en el exterior, esta obra le abre al mundo la puerta a nuestro pasado, lo que contribuye a desdibujar esa imagen mítica e idealizada con la que suele asociarse a Pablo Escobar, producto de una industria cultural que se ha encargado de magnificar su prototipo de capo excéntrico.
Aunque, este libro cobra más sentido para nosotros los colombianos: a través de los relatos queda plasmada la memoria de un período violento que marcó a una sociedad, cuyos estragos se siguen arrastrando hasta nuestros días.
Las historia que guardan las páginas de Noticia de un secuestro diluye el acechante olvido que una generación como la nuestra no debe pasar por alto.
Estano es una obra como las que acostumbraba escribir García Márquez. Si buscan leer Noticia de un secuestro pensando que será una novela literaria, deben prepararse para una posible decepción, pero no en el mal sentido, claro está.
De hecho, hasta para quienes somos seguidores del autor, este libro nos genera un grado de extrañeza al encontrarnos con una narración periodística contada en tercera persona.
En ella, García Márquez se desprende de su estilo literario, no hay elementos característicos del realismo mágico ni suele recurrir al uso de adjetivos o escenas decorativas.
Es más bien concreto y deja que el protagonismo de la obra pose sobre la historia de los personajes y no sobre la perspectiva del narrador. Este aspecto no entorpece el relato, puesto que la capacidad de García Márquez para narrar historias es brillante y envolvente.
Recomiendo la lectura de Noticia de un secuestro por varios motivos.
Primero, te acerca a una época violenta de nuestro pasado, sea que vivió en aquellos tiempos o no. Segundo, el detalle con el que se describe cada escena nos da una imagen clara de los acontecimientos, lo que permite engancharnos fácilmente. Tercero, se trata de descubrir otra faceta de un gran escritor como lo fue Gabriel García Márquez, característica de interés para los amantes de su literatura.