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Tras escena y desde casa

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Tras escena y desde casa

Texto por

Mariana Arango


Valentina Velásquez


Camila Marín


Juana María Valencia


María Isabel Flórez

Desde que puede recordar, Yesid Castro Cardona ha estado sobre un escenario; tanto que, cuando tenía cinco años y ni siquiera sabía leer, se aprendió de memoria un guion y lo presentó frente a todo un auditorio. Su talento innato y pasión por la escena lo llevaron a dedicar su vida profesional al arte de la narración oral. El carisma, encanto, calidez y espontaneidad de Yesid han cautivado a diversos públicos, permitiéndole expandir su visión y crear su propia compañía: El Morenito Inc.

Sus dos décadas de trayectoria han convertido a El Morenito Inc. en una de las compañías artísticas más importantes de Medellín, por esto, participan constantemente en eventos culturales tan significativos como la Fiesta del Libro y la Cultura. Este año, en la decimocuarta edición de la Fiesta, El Morenito venció los obstáculos de la virtualidad para alegrar la tarde del Cuentódromo con su presentación “¿Cómo improvisar una película?”.

A continuación: la trayectoria profesional, anécdotas de cuarentena y experiencia en la Fiesta del Libro de El Morenito Inc.

Imagen sacada del Instagram @elmorenitoinc

Nos gustaría saber un poco más de usted, de Yesid Castro fuera del Morenito Inc. ¿Cómo ha sido su formación académica?, ¿cómo se preparó para llegar a este punto de su carrera?

A los 10 años entré al TPM (Teatro Popular de Medellín), la mejor escuela de formación teatral infantil en la ciudad y por la que casi todos los actores pasamos. Antes de entrar a la universidad. tomé un curso de narración oral y en 1999 fui a una competencia de improvisación de la Universidad Javeriana en Bogotá, me quise traer este evento para Medellín y así nació La Facundia.

Estudié Sociología, por varias razones me dejé llevar por la opinión de mi mamá, que me decía que dejara el teatro como un pasatiempo, sin embargo, mi formación siempre ha estado enfocada en la inquietud de llevar el juego a la escena y a raíz de esto he ido creando mi propio método para improvisar con las herramientas del teatro, la narración oral y el clown.

¿Qué es El Morenito Inc.?

El Morenito Inc. es una empresa cultural de Medellín que en este 2020 cumple dieciocho años haciendo espectáculos y formaciones. Lo que hacemos es que jugamos, pues somos el espíritu del juego, creamos simulaciones para que las personas reconozcan elementos para enfrentar la vida en busca del bienestar y todo eso lo hacemos improvisando. Somos el espíritu del juego y nos inspira el deseo de transformar y alterar nuestra realidad, aceptamos el caos para traer el orden, el orden para llenarlo de caos, aquí no practicamos la culpa ni juzgamos: aquí jugamos; llenamos nuestro arte con la sorpresa, nuestro cuerpo con la risa y nuestro entorno con la magia. Nuestro arte es cooperativo, no es la ilusión de una única mente creadora: todos somos creadores politeístas de la imaginación. Nuestra energía, la que trasciende en espíritu, es el amor. Eso es El Morenito Inc.

Háblenos de cómo se conformaron, cómo llegaron hasta allí, su trayectoria y sobre cada uno de los integrantes de El Morenito Inc.

Morenito Inc. nace con la inquietud de una interdisciplinariedad artística. En realidad, nace con La Facundia, que este año cumple 20 años. En el Torneo de Improvisación La Facundia: el reto de la palabra, aparecieron unos personajes muy interesantes y dos años más tarde se me ocurrió que en vez de juntarnos una vez cada año para improvisar, pues, ¿por qué no hacíamos un grupo? Luego hicimos un espectáculo que se llamó La Morena, conformado por narradores orales, actores, mimos y músicos. Con el tiempo fuimos generando nuestra propia técnica de la improvisación dentro de la narración oral y teatral y apareció una cosa llamada “El método Moreno”. Hace diez años empezamos con la constitución de ser una empresa cultural, no solo hacer shows, sino darles valor a las personas con lo que nosotros hacemos.

¿Y ahora qué proyectos tienen o están realizando?

En este 2020 tenemos dos líneas de negocios: una línea de espectáculos y una línea del Gympro, que es el gimnasio mental y mezcla de las palabras “gimnasio” e “improvisación”. Lo que hacemos es que damos cursos en donde brindamos las herramientas para que las personas enfrenten la vida con ese eje transversal que es la improvisación, porque la improvisación aplicada no solo en escena, sino en la cotidianidad o en el trabajo, transforma la comunicación. Siendo así, en estos 20 años tenemos casi siete espectáculos, dos de ellos becas de creación y una línea de negocio con formación de productos como “Prepararse para no estar preparado” y “Saltar al vacío”, que es un curso de expresión oral y corporal para entender ese momento de hablar en público con la Tríada Morena: cuerpo, texto y espacio, aplicado generalmente a los docentes para ayudarles a dar clases inspiradoras.

¿Cómo fue el proceso para participar de esta Fiesta del Libro y la Cultura?

Cada año las instituciones que quieren participar en el evento le presentan a la Fiesta del Libro una propuesta en las diferentes líneas: formación, artística, publicación, editoriales… Nosotros este año presentamos en artística, que fue la de “¿Cómo hacer una película?”, y en formación, La Facundia, que empieza con los últimos grados de instituciones educativas y es la construcción de historias a través de la oralidad. En el Plan de Lectura, Escritura y Oralidad de Medellín (LEO) nosotros apuntamos en la oralidad con la construcción de historias improvisadas desde la voz y el cuerpo. Cuando un ser humano es capaz de comprender los elementos de construcción de una historia instantáneamente es porque está pensando en orden, por ende, tiene la capacidad de enfrentar el mundo. Esperamos que para el otro año la presentación del proyecto sea aprobada y encaje dentro de la propuesta de la Fiesta del Libro.

¿Qué importancia y relevancia tiene para usted la Fiesta del Libro en Medellín?

Es importante porque nos permite darnos a conocer y para reconocer a la Fiesta del Libro como parte de nuestra cultura. Es extraño no asistir a los eventos, pero es importante interactuar con la plataforma digital y con el canal de YouTube para saber que la Fiesta sí ocurrió este año, que es un evento que está ahí, que permanece y que es vigente; por ejemplo, “tan orgullosos” de la Feria de las Flores y yo no sé qué pasó con ella, no sé por qué no se hizo un evento así, ¿dónde está ese amor que supuestamente le tenemos los paisas?

La Fiesta del Libro se ha esforzado con un montaje increíble para decirnos: “¡Ey, aquí estamos y podemos leernos y comprar libros!”, los libros les llegan a sus casas, están las promociones, hay actividades con escritores, actividades de formación para escribir y leer, ha habido todo tipo de eventos artísticos, como ocurre en la Fiesta del Libro normalmente.

¿Cómo ha sido la experiencia de estar en esta edición de la Fiesta del Libro?

Ha sido muy extraño, aunque somos afortunados por poder estar en la programación artística. Nosotros estuvimos en Fiesta del Libro durante ocho años en la programación académica y cultural del Jardín Lectura Viva con nuestros modelos de formación. Pero, como esta presentación hace parte de la programación artística, nos sentimos muy afortunados, porque podemos estar circulando con lo que hace El Morenito Inc. Sin embargo, es un poco extraño estar frente a cámaras y desenvolverse frente a ellas como si hubiese una audiencia presente. Yo, como cabeza visible de El Morenito Inc., tengo experiencia en enfrentar la cámara y en trabajar frente a ella, pensando que las personas están al otro lado. Ha sido una experiencia chévere y la disfrutamos mucho.

Y en la presentación “¿Cómo se improvisa una película?”, ¿cuál fue la lógica que se manejó?

Hay una estructura que maquillamos con las propuestas del público. La estructura es que dos amigos de la infancia, por algo que hacen sus papás, se separan: uno toma el camino del bien y el otro el del mal; este último causa perjuicios a la familia del “bueno”, que luego va a vengarse, pero, finalmente, se reconcilian.

Durante la puesta en escena se le piden al público diferentes géneros cinematográficos y en ese estilo se va narrando la historia. Pero, por lo general, cuando hacemos formatos de improvisación hay un esqueleto y este se va armando con diferentes cosas que dice el público; es así como uno planea un esqueleto de dos brazos y termina con un pulpo.

¿Cómo fue trabajar con una pantalla verde (o croma que se utiliza para pintar digitalmente el escenario) para esta presentación, ya lo había hecho antes?

Para mí es muy cómodo jugar con las cámaras y con la pantalla verde: fue muy divertido. De hecho, cuando yo vi que teníamos pantalla verde, dije: “¡Ay, venga pongamos esto sobre esto y yo me escondo!”, entonces pude jugar con los elementos. Para mí en particular es muy chévere, me gusta mucho todo lo que pueda hacer con lo visual.

Una fuente nos contó que hace poco ganaron un estímulo de creación. ¿Qué podemos saber?, ¿qué podemos esperar?

Nosotros participamos en la segunda convocatoria de la Ley de Espectáculos Públicos, leímos la letra chiquita y nos presentamos a un estímulo, el nombre técnico es “Estímulo para una producción teatral: entidades con ánimo de lucro, larga trayectoria”. Entonces, como esta convocatoria hace parte de la Ley de Espectáculos Públicos y los recursos vienen del Ministerio de Cultura, las entidades con ánimo de lucro podían participar. Nosotros entramos en la categoría de larga trayectoria, participamos, recibimos el mejor puntaje y como leímos la letra chiquita, empezamos el proceso de producción del espectáculo hace ya más de un mes. Se llama “El baño en la noche” y es un espectáculo de improvisación policíaca, que debe salir al aire en diciembre, y “salir al aire” quiere decir que se emite desde un escenario creando una puesta teatral que está pensada en formato audiovisual, pero es una puesta teatral de improvisación.

Muchas empresas se han visto afectadas a raíz de esta contingencia sanitaria y se ha venido hablando de diversas transformaciones y cambios que se han gestado para reactivar las labores de las industrias, ¿cómo ha sido la experiencia de El Morenito Inc. en este aspecto durante la cuarentena?

Nosotros improvisamos y como improvisadores sabemos gestionar la incertidumbre, por lo que empezamos a hacer una miniserie en Instagram de diez episodios de un minuto, que se llama “Improvisando para la vida en momentos de incertidumbre” y de ahí ocurrieron varias cosas: la primera, el espectáculo corporativo “Lluvia de ideas”, que se fue transformando a un formato audiovisual interactivo que ahora se llama “Radio Morena online”, donde hay un solo improvisador y un músico; se emite desde un estudio y ocurren cosas muy locas, es muy divertido. Y, la segunda, son las formaciones que se han convertido en asesorías personalizadas. Ya casi lanzamos la academia virtual, falta ultimar unos detalles para lanzar este proyecto y llevar las formaciones y cursos a la virtualidad y no solo quedarnos en nuestro ecosistema aquí cercano, sino poder llegar a donde sea que se hable castellano.

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