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Los secretos de la vida de Juan Daniel Oviedo

Por Santiago Palomino Ochoa

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Juan Daniel Oviedo fue el primero en hacer oficial su candidatura para la próxima Alcaldía de Bogotá, ciudad en la que nació hace 46 años. Su desempeño como director del DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística) entre 2018 y 2022 lo lanzó a la vida pública.

Aquí relata, en primera persona, detalles desconocidos de su vida. Oviedo es Doctor en Economía de la Universidad de Toulouse y profesor de la Universidad del Rosario, donde estudió su pregrado en Economía.

Recuerdo mi infancia con relativa soledad. Tenía a mi mamá y a mi abuelo muy presentes en la casa junto con mis dos hermanas, Margarita y Roberta. Después, en esa época que estaba en la casa, justo antes de ir a colegio, fue cuando tuve el accidente de la cara.

Entonces tuve el ingreso al colegio ya con la cicatriz y ahí fue donde se empezó a generar ese trato diferente y ese rechazo que después se convirtió en matoneo, ya sea por la cicatriz, por la voz o por alguno de mis problemas. Tenía uno que otro compañero en el colegio, pero siempre estuve muy encerrado en la casa.

En nuestra infancia, en esa parte de nuestro desarrollo, estamos aprendiendo las categorías básicas de las cosas de la vida. Es ahí donde un niño, con una cicatriz gigante en la cara, porque en esa época se veía muy grande, o un niño con voz de niña, no encajan.

Entonces rápidamente, al no encajar, se genera ese canal de tener tratos que no son respetuosos ni humanos y empieza la montadera, ya sea con el apodo, el chiste, la chiflada y una cantidad de cosas injustificables. Inclusive me llegaron a llamar “Rataniel” o “Scarface” en algunos momentos.

Este testimonio procede de esta conversación grabada con él, por medio de una videollamada el 26 de abril de 2023.

De lo que se trata es también de cómo regular en ese momento de la infancia esos comportamientos y poder sensibilizar. Claro, es entendible que en este momento de nuestro desarrollo como niños tenemos unas categorías básicas, pero eso no nos permite simplemente tirarnos dardos entre unos y otros.

Si la gente no quiere estar conmigo, pues que no esté conmigo. Siempre encontraba, a lo mucho, dos o tres compañeros en el curso que eran con los que más andaba.

Uno se juntaba con ellos y medio administraba las cosas, pero yo estuve siempre muy centrado y muy concentrado en querer ser el mejor para no causarle problemas a mi mamá.

El estudio era, y es, un lugar seguro para mí, sobre todo en la parte básica. El estudio desarrolla competencias que tienen que ver mucho con la disciplina. Por ejemplo, las clases, la hora del recreo, el almuerzo, los horarios, el día del uniforme, el día de la salida pedagógica. Todas esas rutinas forjan la disciplina.

Por esa parte, el estudio era un buen compañero porque yo era muy disciplinado. Yo llegaba a hacer todas las tareas, siempre me preparaba muy bien, trataba de dar lo mejor de mí en esas actividades y por eso me iba bien.

Antes del bachillerato llega la muerte de mi abuelo materno que fue un golpe muy duro para mí. Él fue como mi figura paterna; sí, fue él. Me cuidaba muy bien y, al mismo tiempo, tal vez entendía lo que me estaba pasando en el colegio, pero no me hablaba de eso, sino que me hacía pensar en otras cosas, era una buena forma de cuidarme.

Tras oficializar su candidatura a la Alcaldía de Bogotá, comenzó su recorrido por la ciudad para conversar con la gente. Foto tomada de su perfil de Facebook

Ya en la universidad, esporádicamente por una cosa o por otra recibía algún tipo de matoneo, pero era más como en una actitud no demasiado fuerte, con un tono más que todo de mal chiste básicamente que aun así no se debería de tolerar. En la universidad siempre me fue muy bien, inclusive hice bueno amigos que todavía mantengo. Fue un espacio seguro, un espacio sano en el que logré tener buenos hábitos.

“Me fui a España sin saber a dónde iba a llegar”

Después de esa etapa llega la aventura de irme a Europa. Una aventura cargada de responsabilidades, incertidumbres y angustias porque estábamos en el marco de una crisis económica muy fuerte en Colombia, en 1999, y mi mamá la estaba pasando mal.

Entonces la esperanza era que yo me fuera a escapar, pero pues eso era una incertidumbre y una responsabilidad porque también me fui a España sin saber ni siquiera dónde iba a llegar.

Pero fueron precisamente esos hechos, sin que sea una justificación, los que lo hacen una experiencia que para mí fue determinante en la vida: mi estancia en España y después en Francia. En ese último país tenía que estar con la carga constante de viajar entre Toulouse y París.

También estuve una temporada viviendo en Inglaterra, en Londres. Pero en general, yo creo que fue una cosa que marcó mi vida porque me permití ser quien yo quería ser en el sentido de lo que comía, de lo que hacía, cómo me vestía, el tipo de personas que conocía, la música que escuchaba, los sitios que visitaba.

Por eso pude tener esa capacidad de poder ser y actuar en función de lo que uno verdaderamente quiere ser o hacer.

Con Mora, su mascota. Foto tomada de su perfil de Facebook

Intenté quedarme en Europa porque salieron algunas propuestas, pero las que había sobre la mesa tenían un problema: si no volvía a Colombia en ese momento, la beca del Banco de la República se volvía crédito y me tocaba pagarla así de una.

Entonces lo que me ofrecían allá no era lo suficientemente alto como para que pudiera tener la posibilidad de pagar el crédito y vivir. La otra opción era que el novio que tenía en ese momento me dijo que me pagaba la deuda para que yo me quedara allá.

Pero eso me pareció un poco complejo porque era seguir en otro tipo de deuda en sí, entonces mejor no. Por eso tomé la decisión de volver.

El 1 de noviembre del 2005 volví a Colombia y desde ese día todo el tiempo he estado en el país creciendo en lo personal y lo profesional.

Es más, cinco días después, ya era profesor principal de la carrera académica de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario.

Desde ahí he ascendido a profesor principal y después a profesor asociado. La cosa es que ahora estoy en una licencia. La primera se dio por el Dane. En este momento es por el proceso político en el que estoy participando en las elecciones a la Alcaldía de Bogotá.

El ”gomelo” del DANE

Al DANE llegué por una conversación que tuvo María del Rosario Guerra con el presidente Iván Duque. Esa conversación surgió porque yo era el director de Planeación de José Manuel Restrepo cuando él era rector del Rosario.

En ese proceso, yo estaba muy metido en la universidad y estaba en un viaje en Marruecos en un congreso de universidades. José Manuel me dijo que tenía que hablar urgentemente conmigo porque le habían ofrecido el Ministerio de Comercio, entonces yo iba a quedar en el aire.

“Cuando se trata de atacar en Colombia, la orientación sexual es un objetivo”: Juan Daniel Oviedo.

María del Rosario me conoce desde 1994, 29 años para ser exactos desde cuando ella era profesora. Después de eso, fue mi jefa porque ya la nombraron decana y yo fui secretario académico de la Facultad de Economía. También fui asistente de ella cuando fue vicerrectora y después asesor de ella en el Ministerio de Comunicaciones.

Hemos tenido una relación personal y profesional muy cercana. Yo en ese momento la apoyaba a ella como senadora entre el 2014 y 2018 en la Comisión Tercera del Senado y ella compartía bancada con Iván Duque.

Ya en 2018, ella me dice: “No, déjame yo hablo con el Presidente a ver si te dan la oportunidad que puedas participar en el gobierno”. A partir de esa conversación, el presidente me invita a acompañarlo como director del Dane.

Cuando entro al Dane y salgo en mi primera rueda de prensa el 15 de agosto, los comentarios fueron: “¿qué hace esa loca?”, “una gomela hablando del crecimiento”, “qué esa voz que no me la soporto”, “le voy a mandar a mi enemigo un audiolibro con su voz”, y un sinfín de muchas más cosas.

Ahí empecé a sentir que en el discurso de odio todavía en la orientación sexual en Colombia es una herramienta frecuentemente utilizada.

Yo había sido segundón de otra persona [José Manuel Restrepo] entonces cuando llego al mundo de la política nadie se pregunta por mi orientación sexual; nadie tenía porqué preguntarse eso, entonces por ese lado me fue bien.

Me duele muchísimo que a otras personas no les va bien y por eso no me alegra decir que ¡ay, a mí sí me fue bien y no me discriminaron, no! También me duele decir que no me discriminaron, nadie lo cuestionó.

La imagen de su campaña para la Alcaldía de Bogotá.

Tal vez se cuestionaban detrás de mis espaldas, con chistes pesados o lo que sea, pero nunca los escuché bien, nunca fui testigo de eso. La verdad es que yo lo he manejado de una forma tan auténtica desde que lo descubrí.

Yo nunca me pasé la cosa por la cabeza, pero cuando se trata de atacar todavía en Colombia, la orientación sexual es un objetivo.

De ”segundón” a candidato a la Alcaldía de Bogotá

Cuando dije que no iba a aceptar la invitación del presidente Gustavo Petro de ser director del Dane, me pregunté: ¿qué quiero ser?, ¿qué quiero hacer?

En ese momento de reflexión y ya cerrando el Dane empezó un reconocimiento muy importante del trabajo que yo hice en la institución.

Además de que fue algo que nunca me lo esperé porque a mí casi me hacen sacar del Dane cuando empecé precisamente por varios motivos como el acento, que porque estaba diciendo que una cosa estaba mal y que había que corregirla, pero al final la gente dijo: “yo valoro el trabajo que usted hizo”, “nos gusta que nos haya explicado cómo funcionan las cosas”, “nos gusta que haya dicho la verdad, que se haya esforzado por ser independiente”.

Es por eso que digo que si existe tal posibilidad de reconocimiento, pues por qué no ponerla o hacerla útil en un escenario gubernamental. Entonces yo dije, bueno, vamos a un gobierno local.

“El tema de sentirme útil me gusta en mi vida profesional”: Juan Daniel Oviedo. Foto tomada de su perfil de Facebook.

Me gusta no solo que mi vida profesional me mantenga, que me dé la posibilidad de vivir cotidianamente, ahorrar y tener mis cosas, sino que también me gusta que mi vida laboral rinda frutos, que sea útil o de pronto sea visible.

Es por eso me gusta mucho enseñar, pero también me gusta mucho recomendar, asesorar y dirigir, más que todo en el sector público.

Yo siento que puedo poner mi conocimiento al servicio de la gente. También siento que hay una experiencia desde la base del servicio público.

A mí me ha gustado mucho conocer cuáles son los impactos y restricciones que generalmente tiene el servicio público y buscar soluciones y alternativas frente a esas problemáticas. Es por eso que quiero ser alcalde de Bogotá.

***

En una entrevista que sostuvo con la periodista María Paulina Ortiz de la revista Bocas cuenta el motivo de su cicatriz en la cara y de su particular forma de hablar: fue porque cayó encima de una lata de leche en polvo que había en su casa. Eso llevó a que se abriera la cara y le tuvieran que poner 72 puntos internos y externos.

La foto principal fue tomada de su perfil de Facebook.

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