Es hora de contar historias completas
Texto por Roberto J. Saldarriaga
Ilustración por Jossi Barbosa
En medio de los millones de mensajes cortos que presentan las redes sociales, el autor reivindica los textos largos, las historias completas. También defiende el ingenio y la creatividad en la escritura.
Hace un par de semestres, mientras iba a clase de Periodismo Informativo, lo sufrí por una cosa: me sentía inhumano a la hora de escribir.
Hablé de los inmigrantes venezolanos en Colombia, pero solo di cifras; hablé de los malos resultados de mi equipo preferido y no podía hacer ningún análisis futbolístico y de nuevo, cifras, ahora con fechas; hablé sobre los Días de la Comunicación en la Universidad EAFIT y no opiné, no dije qué sentí, solo transcribí lo que decían los conferencistas mientras, de nuevo, fechas y cifras.
Pero no importaba porque la noticia debe ser rápida. Al lector solo le interesan los hechos y mi opinión no es relevante ni aporta al texto.
Supe que si iba a ser periodista, no sería el que escribe noticias. No hay creatividad, no existo, no hay belleza ni juegos ingeniosos con las palabras. La escritura debe ser algo donde uno es libre, así que si la noticia es no tener voz propia sino ser la voz del medio, me rehúso rotundamente.
Tal vez por eso la gente ya no lee tanto, porque nadie quiere que le hable una persona sin sentimientos y sin pensamiento. Es imposible generar algo mientras se habla como si nada importara.
La demostración de que el periodismo se debe reinventar se aprecia en las redes sociales. Instagram no dejaba subir videos en sus orígenes y cuando al fin abrieron esa puerta, la abrieron un poquito: los videos solo podían durar 15 segundos.
La demostración de que el periodismo se debe reinventar se aprecia en las redes sociales. Instagram no dejaba subir videos en sus orígenes y cuando al fin abrieron esa puerta, la abrieron un poquito: los videos solo podían durar 15 segundos.
Twitter solo te dejaba decir lo que querías decir en 140 caracteres. ¿Actualmente? Los videos en Instagram pueden durar 10 minutos – con la aparición de IGTV – y Twitter amplió la cantidad de caracteres por tuit a 280.
¿Por qué? Porque la gente lo pidió. La gente necesitaba hablar más, contar más, tener la posibilidad de entrar en más detalles.
La gente necesita expresarse.
Eso de que las personas no tienen tiempo es mentira. Los youtubers suben videos de 15, 20 y hasta 40 minutos jugando, haciendo tutoriales o solo hablando, donde cada uno de ellos sobrepasa los millones de visualizaciones.
Es más, las personas se ven una temporada completa de su serie favorita, ¡en un día!
El que siga creyendo que todo debe ser rápido está equivocado.
La realidad es que cualquier producto puede ser tan extenso como quiera si lo que se dice allí es interesante para el usuario.
La postura que debe asumir el periodista no es la de hacer todo más resumido porque su lector no tiene tiempo, sino la de lograr poder hablar de lo que se le dé la gana de manera tan interesante que, a quienes no les llame la atención el tema que está tratando, igual lo quieran leer porque lo que dice de ese tema es espléndido.
Dos de las tres películas más taquilleras de la historia duran más de tres horas. A la otra solo le faltaron 15 minutos. Es hora de contar historias completas.
Dos de las tres películas más taquilleras de la historia duran más de tres horas. A la otra solo le faltaron 15 minutos. Es hora de contar historias completas.