“Las mujeres son responsables de dos tercios de los trabajos realizados en todo el mundo y, sin embargo, ganan solo el 10% de los ingresos totales y solo el 1% de las propiedades… ¿Hay igualdad? Hasta que la respuesta no sea sí, no podemos dejar de preguntárnoslo”.
Daniel Craig, actor británico de cine, teatro y televisión.
Hace solo unas décadas, mi mano valdría un lote definido de ganado que sería otorgado a mis padres por permitir casarme con alguien. Hoy mi libertad es mía. Y sería maravilloso que así lo fuese para todas las mujeres del mundo, pero aún no sucede.
En los últimos 30 años, Colombia ha experimentado notables avances en el campo de los derechos de la mujer. Desde la promulgación de la Constitución de 1991, que consagró la igualdad de género y prohibió la discriminación basada en el sexo, se catapultó el desarrollo de nuevas medidas que se han implementado en el país, como leyes y políticas públicas destinadas a fomentar la igualdad de oportunidades y a proteger los derechos fundamentales de las mujeres.
Gracias a esto, las mujeres han tenido la iniciativa de conformar en estos años distintos colectivos que continúan plantando cara para que estos derechos sean respetados y protegidos.
Pero, ¿realmente hemos avanzado?
Sin duda, el avance más significativo que ha tenido el país desde su legislación es la despenalización del aborto hasta la semana 24 de gestación, que fue aprobado en febrero de 2022 y permitió crear consigo variedad de redes de atención gratuita para la salud reproductiva de la mujer.
No obstante, a hoy dos años después de su despenalización todavía hay fallas en el cumplimiento de la sentencia. El colectivo feminista activista La Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres comentó a Uniandes que ha denunciado en más de una ocasión las distintas barreras que impiden que se acceda al servicio, ya sea por el desconocimiento, por las falencias en la prestación del servicio o por la interpretación restrictiva del mismo.
Entonces, si bien en papel se supone que ahora mismo como mujer tengo la posibilidad de elegir si llevar a término un embarazo o no, en la realidad aún dependemos de muchísimos factores externos que continúan sin ser garantizados, como el acceso a la atención inmediata.
Desde el ámbito participativo han sido pequeños los pasos que como nación hemos dado para la reducción de la brecha de género.
Uno de los logros más destacados, según UN WOMEN (organismo de la Organización de las Naciones Unidas que fomentar el empoderamiento de la mujer y la igualdad de género) es la significativa participación femenina que se ha alcanzado en la política colombiana.
Para 2022, el Congreso alcanzó un hito al lograr la paridad de género, con un 50% de representación femenina en la Cámara de Representantes y 49% en el Senado.
Este avance es indicativo de un cambio estructural hacia una representación más equitativa en las decisiones políticas del país, si únicamente lo observamos de manera macro.
Sin embargo, a nivel micro este sigue siendo un avance en su mayoría simbólico porque el iniciar una carrera política como mujer continúa siendo un gran desafío en Colombia, ya que muchos partidos tradicionales tienden a elegir candidatos hombres por encima de las féminas porque estas a nivel de resultados electorales no son tan prometedoras.
Una muestra de ello es lo que César Caballero, gerente general de la firma encuestadora Cifras y Conceptos, indicó: “Hemos hecho varias encuestas sobre la tendencia de voto por género y aproximadamente el 62% de las mujeres han votado por una mujer o votarían por una para cargos departamentales, pero mientras más alto el cargo menos intención de voto hay”.
Avances en el sistema educativo
No necesariamente, gracias a que el Estado se ha enfocado en las necesidades básicas del proceso de formación de las niñas y jóvenes, como lo es la educación.
Muestra de ello es que Colombia ha logrado un importante equilibrio de género en las aulas: las niñas y mujeres tienen acceso a la educación en condiciones de igualdad con los hombres, y la tasa de alfabetización entre las mujeres ya alcanza un 97%, equiparable a la de los hombres.
Para la educación superior también se han incrementado las oportunidades. Una muestra de ello es la iniciativa de las instituciones educativas de nivel superior y las entidades gubernamentales que han integrado nuevas oportunidades de estudio para las mujeres en carreras STEM, es decir, aquellas de las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, las cuatro ramas con mayor demanda de profesionales en la actualidad y en las que menos participación femenina hay.
Si bien en el ámbito académico se tienen buenas estrategias planteadas para continuar fomentando la igualdad de género en oportunidades educativas, no sucede igual en el ámbito laboral.
Según el DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística), a pesar de que las mujeres colombianas han logrado un aumento en la participación laboral, pasando de un 34% en 1990 a un 52% en 2020, persiste la desigualdad salarial, con las mujeres aún ganando menos que los hombres por realizar el mismo trabajo.
¿Qué continúa siendo preocupante?
La principal preocupación es que para Colombia sigue siendo difícil otorgar una garantía plena de los derechos de las mujeres.
Según la Fiscalía General de la Nación, en lo que va corrido de 2024 se han cometido 32 feminicidios en el país, han sido violentadas sexualmente 2.068 mujeres y 12.327 han sido maltratadas. Eso, según las cifras de lo denunciado ante las autoridades.
Esto muestra que la violencia contra la mujer sigue siendo un problema grave que requiere una atención detallada y una acción decidida por parte de la sociedad y las entidades del Estado.
Podríamos decir que no estamos precisamente bien, pero tampoco tan mal como cuando casarnos era nuestra única opción.
Si bien el país ha experimentado avances significativos en la promoción de los derechos de la mujer, es evidente que aún queda un largo camino por recorrer, ya que la eliminación de la violencia de género, la cerrada brecha económica y la superación de los estereotipos de género son desafíos que requieren la colaboración de toda la población y entes gubernamentales para lograr una igualdad total y duradera.
De modo que es imperativo que estos esfuerzos se intensifiquen para garantizar un futuro donde todas las mujeres colombianas gocen de sus derechos en igualdad de condiciones.
Imagen principal del Instagram del colectivo Causa Justa Por el Aborto