“Tomé conciencia de la violencia de la que fui víctima al lado de mi abuela”, cuenta Daniela López Osorio sobre el filme en el que retrata la historia de maltrato que sufrió su abuela Martha y que también refleja su propia vulnerabilidad.
En el aula 203 del bloque 17 de la Universidad EAFIT, la profesora Daniela López se encuentra enseñándoles a sus estudiantes sobre la historia del cine. Esa clase vieron juntos “El perro andaluz”, una de las películas más representativas del movimiento surrealista.
En el grupo, la admiración hacia ella va en aumento por los conocimientos que les proporciona en cada clase; sin embargo, sus estudiantes ignoraban la importancia de su profesora en el medio audiovisual colombiano.
Ese desconocimiento se rompe cuando la maestra pronuncia esta frase: “Presentarán mi película en el marco del Festival de Cine de Jardín”. Atónitos, los alumnos descubren que a la mujer que admiran por su conocimiento, ahora también la admirarán por su talento.
Trailler oficial de la película “Amando a Martha”.
El comienzo de su pasión
Desde que cursaba el colegio comenzó la pasión de esta joven directora por el cine, cuando se involucraba e interesaba en actividades relacionadas con las comunicaciones.
Su padre, en una de las conferencias realizadas por la Cinemateca Distrital de Medellín en torno a la película “Amando a Martha”, recordó con el micrófono en mano, y bajo la mirada de su hija y todos los presentes, a la niña que hacía el “periódico de salsa y de rock” de su institución educativa y que ahora, desde su visión paternal, se ha convertido en una mujer llena de logros.
Al enterarse Martha, su abuela, de la pasión que tenía por el cine su nieta de 17 años, decidió entregarle a Daniela cuatro cassettes y un diario, documentos que testifican el abuso que sufrió por parte de su esposo durante 39 años.
La abuela le dijo: “Mire, aquí tiene su primera película”. Para Daniela, ese momento cambiaría no solo su vida personal, sino también profesional.
“Yo no quería que ella repitiera la misma historia”, recordó Martha en una conferencia sobre el documental “Amando a Martha”. Para la abuela, ese fue el objetivo que tenía al momento de entregarle a su nieta aquella información, esa evidencia de la situación de maltrato que había sufrido.
Daniela sabía qué tipo de contenido tenía el material que le había entregado su abuela, debido a que durante su niñez le había tocado presenciar, en innumerables madrugadas, los gritos y humillaciones que ocurrían dentro de las paredes de la casa de Martha.
Daniela escuchaba la voz áspera de su abuelo gritando “¡perra!” y su rostro iluminado por el hilo de luz blanca mezclado con el azul oscuro de la noche que penetraba la habitación a través de la ventana.
Igualmente, contemplaba momentos como aquel en el que su abuela decía “agosto 4 del 2001” y situaba el cassette a un lado para grabar el momento de abuso, con el fin de tener pruebas suficientes para denunciarlo ante la Fiscalía.
Después de que su abuela confiara en sus manos su historia y la información personal del diario, Daniela comenzó a leerlo.
A pesar de conocer la situación, le provocó miedo revivir todas esas emociones en aquel libro que llevaba consigo la carga de los años. Por eso, después de completar la primera página no pudo continuar leyéndolo.
Posterior a eso, Daniela comenzó su carrera de Comunicación y Lenguajes Audiovisuales en la Universidad de Medellín, donde encontró su pasión por el cine documental a partir de una experiencia que tuvo en el municipio de Necoclí, en el Urabá antioqueño.
Fue con la realización de un proyecto llamado “Tres y cinco”, un documental que abordó tres historias de personas que migraron de la ciudad al campo, historias contadas a través de los cinco sentidos.
Daniela se refiere a este momento con ternura no solo en sus ojos, sino también en su voz: “Me acercó mucho a los personajes que estabamos retratando […] Me gustó mucho conocer sobre su vida y la manera de narrar su vida”.
La hoy profesora y directora no sabía que de la misma forma en la que había conectado con estos personajes y narrado su vidas también podría llegar a la historia de su abuela, de su familia, de ella misma, y que con ese relato se abriría al público, a sus estudiantes y amigos.
El cambio de su visión sobre el cine
Al graduarse de la Universidad de Medellín comenzó su maestría en Cine Documental en la Universidad Pontificia Bolivariana. Asimismo, creó junto con dos amigos el colectivo audiovisual Ruido, con el cual participó como productora en el cortometraje “Todos los peces que maté”, premiado en el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias en 2019.
En el año 2021 produjo su primera serie de ficción llamada “Santa”, ganadora de un reconocimiento del fondo del Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia.
“Trabajar con Ruido y construir de manera colectiva esas obras me transformó a mí y a la manera en la que yo veía el cine”, afirma Daniela López.
En Playa Hermosa (Uruguay) tuvo lugar una de las experiencias que más destaca de su carrera: hizo parte del encuentro Residencias Walden, un taller y seminario en torno al cine documental, donde fortaleció sus conocimientos en ese campo cinematográfico.
Para ella, la asistencia a workshops alrededor del mundo ha sido fundamental en su desarrollo profesional, no solo por lo mucho que ha aprendido sino también por los directores y personas importantes en ese medio que ha conocido.
“Amando a Martha”
A la edad de 25 años, en 2017, mientras cursaba su posgrado, tomó la decisión de retomar el diario y los cassettes que su abuela le había entregado ocho años antes. A partir de este momento comenzó a desarrollar su ópera prima “Amando a Martha”.
Aquel fue un momento importante, marcó un antes y un después a nivel personal y profesional. Daniela afirma que no solo fue una “escuela” en la que aprendió a dirigir, sino también un acercamiento al feminismo.
Según cuenta, tuvo un cambio profundo en la forma de ver el mundo: “Mi posición frente a la vida, frente a las formas de violencia, mi conciencia de esa violencia de la que fui víctima al lado de mi abuela”.
Esta es una historia que no solo cuenta la valentía de Martha al haber sobrevivido al maltrato intrafamiliar sino que también refleja el propio valor de la directora, que no solo se quedó detrás de la cámara, sino que entró en la pantalla como personaje, no como Daniela López, sino como una nieta que ha apoyado a su abuela desde que era una niña y experimentaba los gritos recibidos.
De esa forma, la joven directora no se conformó en mostrar su visión desde una perspectiva ajena sino que decidió, con valentía, desarmarse emocionalmente ante la cámara, ante el espectador.
Daniela López retrata una historia dolorosa y deja un hilo de esperanza: para Martha, para las abuelas, para las mujeres en general.
Daniela Lopez Osorio se apropió de su historia familiar, la mostró con fuerza, sin titubear, mostró su dolor y lo hizo de manera poderosa ante una audiencia, ante su familia y ante sí misma.
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“Amando a Martha” se estrenó en Colombia en agosto de 2023.
De acuerdo con información de Proimágenes Colombia, “es un proyecto beneficiario del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (FDC) en la modalidad de Realización de largometrajes de documental, producido por Sara Nanclares y Ruido Audiovisual, en coproducción con Maravilla Cine y Señal Colombia, con el apoyo de la Alcaldía de Medellín.
La película tuvo su premier internacional en la sección Luminous del Festival Internacional de Cine Documental de Ámsterdam en 2022 y participó en el IDFA Project Space, DOK Leipzig y Conecta DocMontevideo. Como proyecto fue ganador del IDFA Bertha Fund y del fondo del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales de Argentina”.