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Indignación verdolaga

Por Santiago Palomino Ochoa

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Atlético Nacional, pese a tener buenos resultados deportivos, a nivel institucional deja mucho que desear. Los actuales dirigentes, en cabeza de Mauricio Navarro, han sido cuestionados por los hinchas por decisiones que han llevado al club a una pelea y distanciamiento muy amplio entre la hinchada y el directivo, situación a la que nunca se había llegado.

Carta a Mauricio Navarro y a Benjamín Romero, dirigentes de Atlético Nacional:

Dirigentes, es evidente para cualquier persona a la que le guste el fútbol, que está pendiente de la liga colombiana y, en especial, para un hincha que ama y adora al Atlético Nacional, que el equipo está en una crisis institucional que no ha vivido desde hace muchos años por culpa no solo de ustedes, sino también de los dueños del club con decisiones que parecen beneficiar a sus personas, y no lo que debería de ser lo verdaderamente importante: el equipo.

Pero parece que no es una novedad de parte de ustedes que, desde un tiempo atrás, y antes de que fueran las principales caras del equipo, estuvieran envueltos en escándalos, malas administraciones y decisiones cuestionables.

Empiezo con usted, presidente Navarro. Fue usted quien sin ningún tipo de escrúpulos apuró la salida de Macnelly Torres en enero de 2018. Es usted el señalado como el principal responsable (siendo nada más un asesor de la Organización Ardila Lülle y miembro de la comisión técnica del equipo en ese momento) de la salida de nuestro ídolo.
“El Mago”, siendo pieza clave de muchos de los títulos de la década pasada, incluida la Copa Libertadores de 2016, desapareció. Es cierto que se quedó un semestre más, pero después se fue al Deportivo Cali a préstamo a pesar de tener dos años de contrato con Atlético Nacional.

Se creía que era uno de los clásicos trucos del “mago”, pero el secreto era que usted lo había sacado por la puerta de atrás, como si se tratara de algún extraño que quería estar un buen rato en su casa.

El mago resultó siendo usted, Mauricio, que trató de engañar a la hinchada en su presentación como presidente. Al final, el verdadero mago reveló su truco. Señor presidente, a la hinchada no se le miente en la cara.

Recuerde que nosotros no somos solo números, sino personas que quieren lo mejor para el club. Esperamos que los 100.000 pesos de incremento de la camiseta de un año a otro, y la subida de precios en las boletas y abonos, rindan sus frutos por el bien del equipo.

Continúo con usted, señor Romero. Es usted el vicepresidente ejecutivo de Atlético Nacional, y aquel que ama y adora a Millonarios, uno de nuestros máximos rivales.

No se puede evaluar la gestión de un directivo por si es hincha de un club u otro, pero usted mismo se ha encargado de dar una imagen mala en los equipos en los que ha estado, empezando por el propio Atlético Nacional, intentándose ganar el aprecio de líderes barristas con discursos vacíos y mentiras que lo único que hacen es generar un ambiente tenso y reflejar poca transparencia de su parte.

Además de eso, en Alianza Lima de Perú y, precisamente Millonarios, en el club que ama y adora, ha dejado una imagen cuestionable en sus diferentes gestiones por el mal trato y, en algunos casos, el veto que le ha dado a algún sector de la hinchada. La fama y la experiencia de mantener en guerra con los hinchas no la recogió del suelo, señor Romero.

Es así, que la combinación de malos tratos, tanto a ídolos del club, como a los propios hinchas, los hicieron llegar a los puestos directivos más importantes de Atlético Nacional. Un equipo que ha sido considerado referente institucional no solo en el ámbito nacional, sino en el internacional.

Es increíble la separación que tuvieron con nosotros, la hinchada, especialmente con la barra más representativa (Los Del Sur) y el haber desbaratado un programa con años de construcción y fortalecimiento como lo fue “Todos somos Nacional”; una mesa colaborativa entre hinchas y directivos en el que se buscaba lo mejor para el club.

Es inaudito que sigan irrespetando a los ídolos de la institución como Giovanni Moreno, Alexander Mejía y al mayor goleador histórico del club, Víctor Hugo Aristizábal, porque, al parecer, el mensaje de ustedes, señores directivos, es que no hayan ídolos y referentes del club aportando a la construcción del equipo.

Pero, lo peor de todo, y lo más indignante del caso, es que la arrogancia que han demostrado con estas acciones, y la autocrítica nula al enfrentar estos casos está ayudando a que el barco se hunda y la conexión del hincha con el equipo se ahogue con él. Atlético Nacional ya no parece un referente, sino un equipo del montón y, por sus decisiones, con un futuro nublado.

Por eso, señores Mauricio Navarro y Benjamín Romero, lo mejor es que reconsideren lo que están haciendo con el club y la crisis en la ustedes mismos se metieron. No sé si deben de dar un paso al costado. Ustedes recalcan que son ante todo “profesionales”, pero por todo lo mencionado deben pensar muy bien lo que van a hacer en beneficio no solo de Atlético Nacional, sino de todos los involucrados con la institución verdolaga.

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