No necesito que me lo expliques, hombre
Texto Andrea Carolina Rodríguez Peñaranda
Ilustración por María Isabel Muñoz
Estábamos reunidos celebrando el cumpleaños de una amiga, y dentro de la conversación, tocamos uno de los temas más controversiales, la lucha feminista. Fue ahí, en medio de mis comentarios, que les hablé sobre un término ‘reciente’ mansplaining. Tan pronto traté de explicar, un hombre que estaba con nosotros me interrumpió y dijo: “dejá que yo les explico”.
Me ha pasado más veces de las que me gustaría admitir, que un hombre me ha explicado cosas que solo vivimos las mujeres, como es el caso de la menstruación o el embarazo. También, ha sucedido que interrumpe mis palabras mientras hablo o me explica algo que ya sé. Pero, ¡ojo!, todo esto con una característica indulgente.
Mansplaining, es una palabra ideada por Rebecca Solnit, quien la usó en un ensayo titulado Los hombres me explican cosas, en el cual narra sus experiencias como escritora; donde en muchos espacios públicos, los hombres le explicaban temas que a la perfección ella dominaba o, en el peor de los casos, cuando un hombre le estaba explicando uno de sus propios libros. Hoy en día, este término ha escalado con tanta rapidez e importancia que ya la palabra la podemos encontrar en el diccionario urbano.
Ahora bien, ¿qué quiere decir este término?, ¿qué tiene que ver con la lucha feminista? El mansplaining es, en pocas palabras, cuando un hombre le explica algo a una mujer con condescendencia y paternalismo. Pero dentro de este concepto podemos encontrar acciones como: interrumpir lo que dices, enseñarte algo básico (porque asume que por ser mujer no sabes), no escucharte porque prefiere hablar y explicar algo por ti, sin antes haberte consultado si deseabas esa participación.
Es muy probable que como hombre o mujer que no apoya (o no le interesa) la ideología de alguna de las ramas del feminismo, sientas que este término es otra invención sacada de la manga para “seguir haciéndonos las víctimas”, pero pienso que realmente no es así.
¿Sabían ustedes que una conversación es interrumpida con mayor frecuencia cuando hay una mujer?, ¿o que las mujeres hablamos un 75% menos que un hombre en una reunión de trabajo?
Esto como mujeres nos disminuye la confianza que tenemos frente a nuestras opiniones, haciendo que nos cohibamos más al momento de hablar.
No cabe duda de que la violencia contra la mujer es cada vez más evidente y menos silenciosa. Porque sí, hacer mansplaining también es violencia y como mujeres nos aflige en nuestra cotidianidad.
Innumerables son las anécdotas personales y los casos que se han dado a conocer sobre esto.
Ben Barres, un científico transgénero, contó que después de resolver un problema difícil de matemáticas, que había dejado perplejos a sus compañeros varones, el profesor le comentó que él no lo había hecho sino su novio. (Esto sucedió cuando Ben no había hecho la transición). Otro caso, fue el de la astronauta Jessica Mair, quien en el año 2016, en su cuenta de Twitter contó que en el espacio el agua hierve espontáneamente, a lo que un hombre, sin conocimiento alguno sobre el tema, desmintió lo que ella estaba compartiendo.
Rápidamente los usuarios de la plataforma le hicieron saber que estaba haciendo mansplaining.
“Los grandes cambios se consiguen con pequeñas acciones”; aunque la frase suene positiva, esta vez, no lo es. Las pequeñas acciones machistas terminan generando gigantes cambios negativos.
Según Juan Rafael Peláez Arango, profesor de Política internacional de la Universidad EAFIT, 15% es la brecha salarial entre hombres y mujeres. Esto significa que el salario promedio de las mujeres es el 85% de los hombres ocupados. También nos dice que, en promedio, las mujeres de Medellín en edad de trabajar tienen menor participación en el mercado laboral y ganan menos dinero. Por esta razón tienen menores probabilidades de obtener bienes inmuebles y, por ende, tienen una relación más precaria con el sistema de seguridad social. En este mismo orden de ideas, también se hace patente que las mujeres recibimos apenas el 10% de la riqueza total mundial, poseemos el 1% de la propiedad mundial y 7 de cada 10 pobres en el mundo somos mujeres.
Como podemos notar, el mansplaining, que a su vez es micromachismo, termina creando una enorme bola de problemas. Las interrupciones y dogmatismos hacia nosotras van escalando hasta los espacios de trabajo, donde ahí, los hombres, van creando ideas estereotipadas que anexan más problemas.
Los números no mienten. Estos, en lo que respecta a la situación que se ha aborda en este artículo, muestra que se han generado barreras invisibles, que nos impiden acceder a puestos de responsabilidad en las empresas, solo por nuestro sexo. A esto se le conoce como glass ceiling barriers.
Pero bueno, yo no genero el cambio que deseo solo con presentar números y definir términos.
La idea es que usted, como hombre, haga consciente toda acción micro machista y se comprometa a cambiar eso. Empezando con su red de mujeres más cercana, o sea, hermanas, mamá, novia, tías, profesoras, alumnas, amigas y hasta la señora que le ayuda en el aseo.
Recuerda: evitar el juicio de creer que la mujer no sabe, guardar silencio para no interrumpir, y no manifestar que lo que afirma no es correcto, puede hacer que expreses tu idea como otra opinión más.
Si eres mujer, te invito a estar atenta a estas acciones y no dejarlas pasar por alto, que como en muchos casos, por ignorarlo, terminan en violencia intrafamiliar. Es importante también que, así como queremos respeto y equidad por parte de ellos, nosotras actuemos acorde a lo que estamos pidiendo.
Cibergrafía
Urban dictionary. 06 de marzo. 2019. “Top definition. Mansplaining”
https://www.urbandictionary.com/define.php?term=Mansplaining
Palacios Inés. 09 de octubre. 2019. “ ¿Qué es el mansplaining?”
https://www.youtube.com/watch?v=Wj5TsXQZZ4o
Hancock Adrienne. 11 de mayo. 2014 “Influence of Communication Partner’s Gender
on Language”
https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/0261927X14533197?journalCode=jlsa
Brigham Young University.18 de septiembre. 2012 “Women speak less when they’re outnumbered” Megkirch.