Fino Asprilla, el más fino de Instagram
Estar allí es lo más parecido a trabajar en un periódico. Te levantas, y lo primero que ves es una propuesta con la que todo el equipo comienza a pensar qué se publicará en el resto del día. No importa qué tan raro, incomodo o simple sea esa primera propuesta, en cuestión de minutos ya alguien tiene listo un primer bosquejo. Este no está terminado, pero si corre la suerte y es pulido, resultará en un meme tan viral que terminará haciendo botar caja a miles de personas.
Como de costumbre, a las siete de la mañana están sonando las campanas de la iglesia del 20 de Julio. La luz se entromete por las ventanas e impacta en mi cara. No sé qué fastidia más, si la luz que entra directo o el sonido de la campana, fuerte y repetitivo, que luego le da paso a las palabras del cura. Es el último domingo antes de la Semana Santa, y aunque en casa a nadie le importa realmente esos menesteres de la iglesia, la novedad es que estamos en cuarentena.
Tras veinte minutos pensando en todo y en nada a la vez, descifrando mensajes escritos en el techo, dejados quizá por viejos inquilinos que practicaban el oscurantismo, decido salir. El olor a papas fritándose me rodea. Mi roommate, con el que llevo ya casi dos años viviendo en Medellín está en la cocina. Jonatan es un espécimen bastante común: no sale de casa jamás, se la pasa todo el día en cama, se levanta solo para ir al baño o comer, y de vez en cuando a altas horas de la noche se puede escuchar que canta en susurros o se ríe muy fuerte de algo que leyó.
“¡Jossi! Mirá esto, vení”, me dice entusiasmado. “¿Qué pasó ahora?”, le respondo. Con una mano sostiene el celular mientras que en la otra tiene una espumadera con la que voltea cada cierto tiempo las papas. La cocina está hecha un caos, conchas regadas por todas partes, gotas de aceite en el mesón y una montaña de platos sucios. Me concentro en el celular, “¿qué es?”. En principio pienso que es una foto, pero al ajustarse el brillo de la pantalla automático, puedo verlo por completo. Jonatan me mostraba un video de la cuenta Fino Asprilla, mismo video que había terminado la noche anterior de editar y enviar para su publicación a las dos de la madrugada.
FinoAsprilla
En redes sociales es llamado “El Fino”, y aunque se le puede conocer de múltiples formas, y hasta puede confundirse con el jugador de futbol, Faustino Asprilla, lo cierto es que toda la gente concuerda en describirlo como el perfil más “caja” de Instagram. Con cerca de 70 mil seguidores, el número de personas con el que se podría llenar cinco veces la Plaza de toros La Macarena, esta cuenta ha logrado generar un gran impacto en la forma como consumimos humor en Medellín.
Su atractivo y por el que se ha ganado tanto reconocimiento, es su comedia. Una mezcla entre lo folclórico y lo charro, donde ningún acontecimiento o personaje se salva de ser abordado. Daniel Herrera, cocreador de la página, me cuenta que su atractivo está en el personaje.
─La gente ve al Fino más allá de una página de memes y de cosas chistosas. Lo ven como un amigo, un amigo con el que puede botar mucha caja siempre.
Luego de comer y conectar mi celular de nuevo a internet, comienzan a aparecer cientos de mensajes. El primer chat que aparece es La Fino Gang (nombre que recibe la parte creativa de la cuenta), un chat grupal en el que se toman todas las decisiones y se comparten los memes que llenarán la parrilla diaria del Fino Asprilla en Instagram. El chat es la única y principal fuente de comunicación, a través de él, aproximadamente 20 personas con diferentes profesiones que van desde publicistas y diseñadores hasta tatuadores o pilotos de avión, “cocinan” los memes que estarán durante el día.
Pensar qué mensajes eran importantes o no, me quitaban mucho tiempo al comienzo. Una vez que se es parte de La Fino Gang, cualquier mensaje puede resultar útil. La mayoría del tiempo hablan “chimbadas” y se envía contenido de cualquier cosa.
Después de casi un año en el chat lo miro distinto, lo aprovecho como una fuente de primera mano para conocer todo lo que pasa en el mundo. Es increíble cómo es más fácil conseguir información a través del grupo que en los medios tradicionales. Si ocurre un incendio, si necesito videos sobre Ecuador o si se está hablando de alguien en el país, en el Fino ya han pasado una foto, un video o un testimonio. Algunas veces me siento parte de la red de vagabundos de Sherlock Holmes que emplea como fuente de información sobre los casos en que trabaja.
Desde las primeras horas del día ya hay movimiento, pareciera que nunca se durmiera en este grupo. Soy consciente de que muchas veces he enviado cosas a las tres de la mañana y esta frecuencia se ha duplicado tras la cuarentena. El punto es que hay más de 300 mensajes que debo leer y si se me ocurre una idea debo decirla pronto para comenzar con las publicaciones. El mantra para leer todos esos mensajes sin agotarse es pensar que soy un alquimista intentando encontrar la piedra filosofal.
Proceso creativo
Algunas veces el método de revisar cualquier mensaje, por muy estúpido que sea, ayuda al proceso creativo. Al crear un meme, yo creo que se debe recurrir mucho a la imaginación y el ingenio, hacer memes es más cercano a lo artesanal que a tomar algo hecho por alguien más y replicarlo.
Cientos de personas lo hacen así, sencillo, sin tanto trabajo. Es igual que utilizar un método con plantillas, que se sabe es exitoso, y explotarlo mil veces. Me fastidia esa forma de trabajo, la detesto. Principalmente porque asume que la persona a la que le llegará el mensaje es un lector que no tiene un criterio y se traga todo lo que le das. En todo esto se persigue un propósito, como si estuviéramos en un restaurante, ofreciendo un plato que haga que la gente sin aún terminarse el que le diste, pida toda la carta.
Mientras reviso el grupo llega una nota de voz anónima con alguien quejándose del coronavirus, el audio es muy charro, tanto así que tengo que parar un momento de leer mensajes para repetirlo. En cada repetición hallo una palabra nueva que no conocía. ¿Qué es el “contravirus” ?, ¿“Linder” será el Inder?, ¿realmente es una falta de “conchudez y descaradez” que esta mujer no pueda hacer “jinasia”?
Ver esta publicación en InstagramQuien será Linder? #lafinogang
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Efectivamente la dificultad con la que intenta articular las palabras es lo que hace que el audio sea tan viral. En mi experiencia visitando pueblos de Antioquia me he topado muchas veces con personas que hablan así. La “ese” arrastrada, el “vos”, la exageración en la punta de la lengua y esa habilidad para decir “pues” concluyendo cada frase nos viene a los paisas de los recurrentes encierros en la montaña.
─JAJAJAJA, así hablan mis tías. ─dice Esteban, miembro de La Fino Gang.
Este material representa un reto para toda La Fino. Es imposible ilustrarlo, no cuenta con un personaje que todos conozcan y dura un minuto con cincuenta. Los videos en Instagram solo permiten subir un minuto de material y si se pudiera, ¿con qué imagen se podría acompañar este audio? Hay que pensar rápido o sino alguna otra página lo publica primero, se descartan muchas estrategias, como encimar el audio al discurso de la vicepresidenta o ponerlo en un meme antiguo donde salga alguien hablando. Tenemos que recurrir a la recontextualización, no queda de otra.
Como si estuviéramos en una sala de operaciones, hay que ser agiles. ¿En qué circunstancias se podría oír algo así?
─Nea, busquemos una llamada.
Escribe alguien en el chat y es cierto, uno podría escuchar ese tipo de cosas en una llamada con algún pariente lejano, una prima o una tía quizá.
La primera parte está hecha, falta encontrar el complemento visual. ¿Puede ser cualquier llamada?, ¿debe ser algo reciente? En cuestión de 30 minutos ya alguien ha encontrado el complemento ideal. Una escena del anime japones Neon Genesis Evangelion, allí un hombre verifica el estado de un teléfono público. La escena es muy concisa: este personaje escucha con mucha atención lo que sea que sea que se esté diciendo.
Tras diez minutos ya ambos materiales se han unido y encajan a la perfección. No se necesita conocer la serie de anime para entender que lo importante del video es la nota de voz, lo que está detrás del teléfono, eso que llama la atención del personaje y genera mucha recordación. La misión está cumplida, se ha sacado en una hora el video, falta esperar a que lo publiquen.
Temáticas
Encuentro el tema de hoy, entre todo lo que se habla en el chat es evidente que se está hablando sobre el coronavirus. La mayoría de los videos y fotos que veo son sobre el covid-19 y la cuarentena; el CD en donde sale Diomedes Diaz y Michael Jackson juntos; la infinidad de tapabocas improvisados; hasta el hombre que fue grabado en la azotea de su casa dando vueltas en su bicicleta.
Hoy el coronavirus tiene a cientos de países encerrados, dando vueltas en círculos y en medio de problemas que exigen soluciones para no seguir perdiendo vidas. En Colombia el panorama no es distinto, ya hay 3,233 casos de covid-19 y han muerto 144 personas. Cifras que desalientan al ver los videos de personas angustiadas al no poder darle una debida sepultura a sus seres queridos, o al borde de la histeria al no saber qué pasará después con sus trabajos. Histeria que en parte es provocada por mandatarios incompetentes que parecieran conducir un bus en llamas, sin frenos, y en lo alto de un acantilado.
─Neas, esta vuelta del covid es muy fuerte.
Con este mensaje, un miembro del grupo nos cuenta que uno de sus familiares en Estados Unido murió.
─Cuiden a sus viejos. Estamos apenas tratando de digerir la noticia. No dura nada la gente con esto…
Algunos temen que el coronavirus siga. Otros, muchos, temen más a la cuarentena. ¿Por qué temerle a algo más pequeño que un acaro? Hay que prepararse, los próximos meses van a ser más duros que la noticia que nos confirmó la existencia del virus.
─En este momento de la vida son como una prótesis que ayuda a las personas a sopesar el día a día.
Me responde Daniel cuando le pregunto por la importancia de los memes:
─La gente por medio de notas de voz nos mandan mensajes de agradecimiento, que nos aman, que nos quieren conocer, incluso gente nos ha invitado a chorro y maricadas, porque en realidad sienten que quien está detrás del Fino es su amigo. Entonces digamos que no es una cosa para entretenerse solamente, es una parte fundamental para las personas en este momento; la gente en realidad siente que el Fino les ha cambiado la vida.
Daniel está sorprendido. Y ¿cómo no?, si el Fino se creó sin ningún propósito y antes de abrir la cuenta, él se la pasaba enviando memes a todas partes. Le gustaba y aun le gusta hacerlo, pero llegó un momento en donde se aburrió de tener que seleccionar tanto y enviar a tantas personas, que quiso crearse una pagina de memes para no tener que hacer esta tarea todos los días.
─Decidí que quería montar una página de memes para que todos entraran y pillaran los memes que a mí me gustan.
Fue de esta forma que, junto a Alan, su socio y compañero de trabajo, decidieron crear al Fino Asprilla para que la gente “tirara caja” todo el tiempo.
La producción no ha parado. Hoy el chat está que echa humo, se ha fusionado todo lo que se puede publicar en la cuenta y, además, abordan el mismo tema: coronavirus. Todos concluyen que no se puede dejar morir la temática, las notas de voz de tías replicando noticias falsas, las creativas formas de decir mal coronavirus, los descaches de los políticos, y los hábitos que se empiezan a desarrollar con la cuarentena.
Ver esta publicación en InstagramLávese como si le pasara el camión que limpia mierda en la cabalgata por encima #lafinogang
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La llegada
El Fino Asprilla nació hace año y medio. Me volví parte de La Fino Gang en diciembre del 2019. Fue un 30 de noviembre que la cuenta de el Fino me había enviado una nota de voz.
─Perro, qué hijueputa nivel. ¿No quiere trabajar en la agencia de nosotros güevón?, acá hay espacio para usted mostro. Decía la voz detrás de la cuenta.
La noche anterior había estado recreando un meme que ellos habían hecho primero, pero era bastante flojo. Se trataba de la versión colombiana del poster de la película El Irlandés, dirigida por Martin Scorsese. Esta adaptación era precisamente la paisa, pero no cualquier paisa, esta tenía algo peculiar, se inspiraba en los elementos de la subcultura “nea” o “chirrete”.
En aquel momento tomé el reto como si fuese una entrega final de la universidad, en donde incluí también las etapas de observación, ejecución y ultimar detalles. El resultado impresionó tanto que me enviaron aquel mensaje. Tomé la petición como una broma, no sabía que realmente contaban con una agencia y que me intentaban reclutar.
Semanas más tarde, estaba aburrido en casa de mi mamá y tenía tiempo de sobra, ¿por qué no intentar hacer un meme? Trascurrió una hora y ya había encontrado la idea que me daría un pase VIP al grupo del Fino. Vinculaba a J Balvin, quien para esa fecha ya había lanzado la canción “Blanco”, me tomé toda la tarde en añadirla a un video bastante conocido de República Dominicana.
En el video se veía a un hombre pintado como un personaje de Dragon Ball, era el gran Freezer. El hombre saltaba, pataleaba y hacía todo tipo de bailes que lo hacían ver chistoso. El detonante y lo que llamaba la atención de inmediato era qué estaba montando, una moto bastante antigua y que todo latinoamericano asociaría con los barrios pobres. Era casi imposible no tirar caja con un video así, tenía todos los elementos necesarios para ser un meme viral. Lo envié esperando que fuese publicado de inmediato, para así poder lucirme con mis amigos de tener otro contenido en la cuenta.
Video subido pero con otra canción recientemente*
Ver esta publicación en InstagramIncreíble que el compositor de esta magnífica pieza no sea de Belén #lafinogang
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Nunca se publicó, pero para mi sorpresa recibí la petición de nuevo.
─¿Quiere estar en #lafinogang?─, era el mensaje de la cuenta.
Esa vez me arriesgaba, aunque sabía que pertenecer significaba sacrificar tiempo por la causa, quería intentarlo. Pensé en lo que podía ser de mi tiempo, visualizaba cómo se iba esfumando poco a poco a lo lejos, ya estaba trabajando en una revista que ocupaba gran parte de mi tiempo, ¿podía con ambas? No sabía si realmente lo quería, pero aposté a que sí, respondiendo con un “Hágale”.
Luego de esperar quince minutos, ya estaba en un grupo de WhatsApp. Eran alrededor de 14 personas, nadie me conocía y ni debían por qué. A fin de cuentas, entré por haber hecho un meme más de los millones que abundan en internet.
─Parce, aquí hablamos todas las chimbadas y compartimos el contenido, entonces adelante, mande el de Freezer.
Ágora
Es tan raro que en la noche todo esté tan callado. La cuarentena está haciendo más efecto que el toque de queda que daba el ELN hace unos meses. Acá adentro, en mi escritorio y mesa de noche hay un desastre. Es una noche con posibles lloviznas, Jonatan me pregunta si mi cédula termina en tres u ocho. Le digo que no debería preocuparse, que igual a ambos nos tocará salir a buscar qué comer:
─Es una mierda entonces, yo vivo en cuarentena siempre, ¡siempre! y aun así me toca salir…─, lo dice mientras observa las calles y se queja desde la ventana y riéndose.
No sé si ve la situación como un chiste o lo toma en serio. Las noticias sobre este virus van incrementando de posibles contagiados a muertes seguras. Jonatan tiene 21 años, mayor que yo, pero no ve la vida demasiado compleja. Estudiamos cosas muy distintas, mientras que a mí me apasionan las historias y adquirir experiencia; él se regocija de vivir en el infierno de los comunicadores: las matemáticas. Por esta razón no solemos discutir mucho, además a él no le interesa la política o la actualidad. Mi novia ha hecho más por él que yo en ese aspecto, lo obligó a seguir Ultima Hora Col, (la reconocida cuenta de información en Instagram) o si no, no le paraba de insistir. En el fondo sé que le ha encantado saber que existe una página en la cual se puede enterar de todo sin tener que leer mucho.
Mi celular comienza a vibrar descontrolado. Cuando ocurren este tipo de cosas solo puedo pensar en dos posibilidades: o algún famoso se ha muerto u ocurrió algún evento desafortunado que empeore los nervios de la gente en cuarentena.
Dejo de hacer pereza en el sillón y me levanto a ver qué ha pasado. Tengo el presentimiento que no es la opción más grave, cuando ocurren ese tipo de cosas vibra más. Al revisar me doy cuenta de que alguien pudo haber comenzado un debate en La Fino Gang.
Por lo regular cuando se envía un meme se renuncia a tomar postura, no se cuestiona si está mal o no, solo se hace una pregunta, ¿da risa o es un descache? El límite es bastante difuso allí. Caso contrario a cuando se quiere iniciar un debate, en ellos la gente de entrada y casi hasta el final, no retrocede en su postura.
Efectivamente como creí, alguien lanzó una premisa para intentar conocer qué piensan los demás.
─Neas, yo sé que acá todos le besamos los pies a J Balvin, pero ¿qué opinan que el man hasta ahora no se haya pronunciado sobre esta pandemia y tampoco haya donado un peso para ayudar?
Aquel mensaje era el inicio de un gran hilo de argumentos explosivos, había unos más serios, algunos totalmente desubicados y otros, más en tono de burla que de cualquier cosa. Leyendo uno a uno también me encontraba con joyitas.
─El man es un artista de reggaetón, no un doliente de la sociedad ni un ejemplo a seguir. No tiene por qué meterse la mano al drill por todo lo que pase en el mundo. La gente le pide cosas como si fuesen dioses.
Tras leer todo el hilo quedo sorprendido, la premisa al parecer se ha tomado mayormente en serio. De inmediato la foto del grupo me recordó qué es lo que hacemos: memes. Cuando pienso en eso y en el nivel de las conversaciones que se tienen, es cuando considero que realmente somos un montón de politólogos de tienda y técnicos de fútbol de barrio, intentando resolver los problemas del país en media hora.
¿Era posible que en un chat de memes se dieran este tipo de momentos? Eso me hacía pensar en la infinidad de memes que circulan todos los días por la red y son detonantes de conversaciones. El mismo Fino Asprilla, en ese caso, es un provocador de discusiones. Recuerdo las múltiples veces que yo mismo he iniciado charlas partiendo de memes. Es poco probable que sea el único haciendo esto, la cuenta recibió más de 75,910 visitas en los últimos siete días.
Más que un amigo o una cuenta para tirar caja, se puede pensar hablando de conversaciones, que el Fino es un punto de partida para ver qué está pasando en el país y opinar sobre ello.
─El futuro del Fino está en la multiplataforma, va a tener como otro tipo de contenidos. La gente debe conocer el alcance, empezará a olvidar que era una página de memes, y verá que es algo que está transformando el humor, exponiendo el folclor de nosotros.
Me cuenta Herrera sobre las proyecciones que tiene la página.
El Fino ha crecido más de lo esperado. No ha sido la única en esta cuarentena, eso está claro, pero a diferencia de muchas páginas que se enfocan en lo mismo, la recepción que tienen los seguidores con cada contenido es única.
La principal diferencia está en la creación de una propia voz, planteada desde el inicio, que se ve reflejada siempre en los “copys” (pie de fotos de Instagram), las ubicaciones y la personalidad que se le da a cada meme.
─Mucha gente no le da me gusta al meme por el contenido, sino por el comentario que ponemos o la ubicación.
La Semana Santa no ha traído solo descanso. La mayoría de los contenidos puestos en el Fino están siendo propuestas arriesgadas: playlist en Spotify recopiladas bajo un tema en específico, dinámicas en historias para que la gente sea mucho más cercana, hasta la creación de un espacio en donde músicos recrean memes populares de una forma musical.
─La gente debe conocer que el Fino va encaminado a ser algo más que una página de memes. Esta va rumbo a convertirse en una marca de contenido humorístico completa, me dice uno de sus creadores, con toda la seriedad del mundo. El cambio se empieza a notar, el humor se está renovando y es muy fino.