La idea fue oponernos a la imagen estereotipada que muestra a los periodistas desempeñando su trabajo a la carrera, amontonados como locos, aguardando o persiguiendo a sus fuentes de información en las salas de prensa, en los aeropuertos, en las puertas de los hoteles, en las zonas mixtas de los escenarios deportivos y en las calles, levantando sobre sus cabezas libretas, micrófonos, cámaras de fotografía y filmadoras, computadoras personales y teléfonos celulares, gritándose y abriéndose paso a codazos.

Para presentar a los Periodistas en la Carrera; esto es, a los estudiantes del pregrado —de la carrera— en Comunicación Social de la Universidad EAFIT, incluidos y comprometidos dentro de una maratón de práctica periodística, donde los obstáculos se superan al ritmo que ponen en comunión la inteligencia y los músculos, y al final del día llegan a la meta con una buena provisión de experiencias y de conocimientos. Todos como ganadores en su proceso de formación académica profesional.

Le apostamos a una jornada extensa y extenuante —maratónica— en el tiempo y en el esfuerzo individual y colectivo de los estudiantes reporteros y de sus profesores editores, copiando la intensidad de las jornadas laborales que se tienen en los medios informativos de Colombia, donde se acostumbra —y se hace necesario— madrugar y anochecer en los lugares de trabajo —y también en los lugares de residencia— supeditados a la velocidad y a la simultaneidad de la cantidad de acontecimientos que día a día apresuran o dilatan los horarios de cierre de sus ediciones de contenidos.

Así que la supervivencia de un periodista profesional en estos medios de información no depende solo de su talento sino de su oficio; es decir, de su constancia, disciplina, ímpetu, resistencia física y emocional.