El primer amor no siempre llega en orden
Margarita R. Aguilera Bustamante
Para poder cumplir un sueño, tuvo que dejar otro atrás. Se vio obligada a dejar su adoración más grande para continuar con su vida profesional. Esta es la historia de Sofía Montoya, exfutbolista profesional (actuó para el DIM) que hace parte de esta generación de jugadoras colombianas que protagonizó el cambio de frente, es decir, que puso los ojos del país en el fútbol femenino.
Para poder cumplir un sueño, tuvo que dejar otro atrás. Se vio obligada a dejar su adoración más grande para continuar con su vida profesional. Esta es la historia de Sofía Montoya, exfutbolista profesional (actuó para el DIM) que hace parte de esta generación de jugadoras colombianas que protagonizó el cambio de frente, es decir, que puso los ojos del país en el fútbol femenino.
Su familia y su infancia
Los padres de Sofía siempre han sido muy aficionados al fútbol, disfrutan este deporte tanto europeo como colombiano. Ella y sus padres son hinchas del Independiente Medellín, y es desde ahí donde nace la pasión y su amor al balompié. Su papá acostumbraba llevarla mucho al estadio e, incluso, ella lo veía jugar en su equipo de la empresa.
El proceso de su vida laboral
Tras pasar los años y crecer, fue involucrándose cada vez más en el deporte. Empezó a entrenar en diferentes escuelas, una de ellas una escuela de fútbol femenino, cuando tenía apenas diez años. En este, la entrenadora era Catalina Usme, actual goleadora de la Selección Colombia Femenina de mayores.
Con Catalina se le hizo posible participar en un torneo Ponyfútbol, en la que se ubicaron terceras, por lo que luego decide irse a Formas Íntimas, el club más importante de Colombia, donde Liliana Zapata es su gerente y es desde ahí donde, oficialmente, empieza su carrera deportiva como futbolista.
Jugó dos ‘Ponys’ con Formas Íntimas, ya tenía entre trece y catorce mientras compitió, y la última, que fue con catorce años, la ganaron. Luego la llamaron en 2013 para jugar en la Selección Antioquia por primera vez y permaneció en esta desde este año (2013) hasta 2016. Durante esos tres años participó en las categorías prejuvenil y juvenil. Fue campeona en juegos nacionales y también de torneos departamentales con Antioquia.
Selección Colombia sub-17
En enero de 2016 a Sofía le llega la noticia de ser convocada a la Selección Colombia sub-17 que se preparaba para el sudamericano de Venezuela y quedó seleccionada. Terminaron cuartas y, para ese entonces, ya había jugado una pre Copa Libertadores con Formas Íntimas, y cada vez eran más oportunidades y nuevos retos que afrontar.
Liga Femenina de Colombia
Algo que Sofía resaltó durante la entrevista de su paso por las selecciones femeninas de Colombia en los torneos sudamericanos, mundiales y Copa América, es el hecho de que se enfrentaban a rivales que tienen ligas femeninas durante todo el año. Esto significa que jugadoras de la Selección Colombia ni siquiera habían participado en un solo partido profesional en el transcurso del año, mientras que en otras selecciones tienen las ligas como tal. Un ejemplo es España, que cuenta con una liga constante, que juega todo el año y está muy bien estructurada y organizada e, incluso, muchas de sus jugadoras del sub-17 ya son parte de equipos profesionales.
Sin embargo, ella opina que es un logro muy grande para ellas y para el país, pues gracias a su dedicación, su actitud y su pasión, es sorprendente haber llegado tan lejos (finalistas en el Mundial sub 17 de India), sabiendo que a esta liga le hace falta muchísima más representación, organización y apoyo en comparación de las ligas europeas. A pesar de ello, es importante distinguir su valentía y su capacidad para hacer y lograr todo lo que han podido como Selección.
Decisiones desafiantes para la vida de Sofía
Ya después de años de dedicación para el desarrollo de su carrera deportiva, en 2017 Sofía toma la decisión de estudiar Ingeniería de Procesos en Eafit, ya que estuvo muchos años en la Universidad de los Niños y se enamoró de esta área del conocimiento.
Ella considera su formación académica como algo muy importante. A lo largo de su vida ha tenido muy buen rendimiento y disciplina, y todo también gracias al deporte. Por esto, el estudio siempre fue esencial dentro de su vida; así pues, empieza a tener un empleo y, al mismo tiempo, era estudiante, asunto que no fue nada fácil, por lo que afirma que “fue una de las etapas más difíciles en mi vida”.
En 2019 ya se encontraba en quinto semestre y se da cuenta de lo arriesgado que es ser futbolista profesional aquí en Colombia, más siendo estudiante. Se sabe que, en la actualidad, el fútbol es cada vez más grande y relevante, pero aun así, hasta ahora, los salarios no son muy buenos para las mujeres. Pues, no se tienen las garantías. Con esta información, y dado que para sus prácticas se le exigía trabajar tiempo completo, tuvo que elegir entre seguir su aporte laboral o su profesión.
Finalmente, decide seguir estudiando, ya que indica que “la Ingeniería de Procesos me apasiona, lo que yo hago en mis estudios me apasiona”. Ella quería ir en busca de tener más calidad de vida, y aunque fue una decisión compleja, decidió arriesgarse y tomarla. Por consiguiente, terminó su pregrado y se alejó un poco de su afición, el fútbol.
Ahora bien, el fútbol siempre será su primer amor, considerando que gracias a este pudo tener experiencias muy lindas, conocer nuevas personas y viajar por primera vez a muchos lugares. Y no lo quiso dejar del todo, pues no quería tirar por la borda todo lo que ya había alcanzado y tampoco quería dejar de jugar, entonces decide meterse a un club que es más aficionado, en el que podía seguir jugando con un poco más de flexibilidad con su trabajo como ingeniera.
Sofía actualmente se encuentra satisfecha por su decisión, a razón de que pese a que el fútbol femenino está en su máximo auge, todavía falta mucho para que sea una liga verdaderamente profesional, porque en este momento “no somos profesionales, según lo dice la FIFA” dice Sofía. Ella se encuentra feliz ejerciendo la Ingeniería, ha estado trabajando en producción, en procesos. Pero sí es cierto que este deporte en su vida siempre va a existir, porque desde siempre ha sido una parte muy importante.
Actualmente, ella tiene una lesión de ligamento cruzado anterior y menisco, por lo que fue operada hace cuatro meses y, por el momento, no puede entrenar, entonces tiene que hacer terapia y fisioterapia. No cree que el fútbol lo vuelva a jugar formalmente, pero tampoco se cierra a esa posibilidad.
Ella se encuentra ejerciendo su carrera de Ingeniería de Procesos en la Pastelería Santa Helena como coordinadora de la planeación de la demanda, y está radicada en su ciudad natal, Medellín.
En suma, de los asuntos más importantes que le sucedieron en el fútbol fue el hecho de debutar como profesional, exactamente jugando para el DIM en Manizales contra el Once Caldas, y asegura que “fue de los momentos más importantes de mi vida, porque sentí que todo mi esfuerzo, todo el trabajo tan grande que hice durante tantos años, se vio recompensado de alguna manera”.