Soy la quebrada
La Volcana
Por 2 millones de años he recorrido el sur del Valle de Aburrá y junto a mis hermanas La Aguacatala, Los Balsos y La Sucia hemos visto la transformación de El Poblado: desde los indígenas Aburráes hasta lo que ves hoy.
¿Me acompañás en esta travesía?
Así empezó todo…
Hace muchos años nací, arriba en el alto de Las Palmas. Desde entonces, me he movido por estas tierras guardando las historias de sus viejos y nuevos habitantes, y observando cómo se transforma todo a mi alrededor. Unos días más turbia, otros días más cristalina, pero siempre constante, siempre aquí.
¡Dale play para escucharme!
Desde principios de 1900, la zona que recorre La Volcana comienza a poblarse de fincas y residencias. Así fue perdiendo su naturalidad.
Ya no soy la misma…
En un principio vivía rodeada de naturaleza, los animales me habitaban felices, pocas eran las personas que caminaban cerca de mí. Pero un día, estas personas empezaron a construir casitas a mi alrededor, al principio eran unas pocas, pero ahora ni siquiera las puedo contar. Imaginate cómo me cambió la vida. Me ha tocado acostumbrarme a ellos, a sus ruidos y a sus enormes edificaciones… Se les olvida que yo también vivo aquí.
¡Aquí te cuento mi historia!
En diversos lugares de El Poblado se han descubierto objetos de diferentes grupos poblacionales que han habitado el sector a lo largo de los siglos.
He sido refugio a lo largo de
los siglos…
Les voy a contar una historia: en 2012 hallaron muy cerca de donde corre mi cauce, en el de mi hermana La Sucia, unas vasijas de la cultura quimbaya, ahí donde está el edificio de Idiomas EAFIT. ¿Sabés qué significa eso? Que este sector, el de La Aguacatala, ha estado habitado por diferentes grupos poblacionales a lo largo de los siglos. La cercanía de las quebradas y establecerse en lugares altos pueden ser la razón de esta presencia permanente. ¡Imaginate pues!
Las civilizaciones siempre han solido asentarse en los lugares en donde acceder a los recursos haya sido más fácil. Esto es lo que ha ocurrido en el Valle de Aburrá, pues desde hace más de 1000 años, distintos asentamientos indígenas se distribuyeron por el territorio, en zonas como el cerro El Volador, la parte alta de Guayabal, Envigado y El Poblado.
Por el barrio La Aguacatala corren las quebradas La Aguacatala, Los Balsos, La Volcana y La Sucia.
El crimen que presenció mi hermana…
He vivido muchos años y eso me ha permitido ver y oír muchas cosas, unas muy lindas y otras atroces. Mi hermana La Aguacatala me contó que pudo ver uno de los crímenes más terribles y sanguinarios de la historia de Medellín.
¡Dale play para escucharme!
El índice de calidad del agua de La Volcana es medio (48,00 ICA) a la altura de la Universidad EAFIT. Esto significa que está contaminada.
En este campus volví a renacer…
EAFIT es el último tramo de mi recorrido, un lugar que vi nacer y transformarse. Aquí enderezaron mi cauce para así poder permitir la construcción segura de este espacio. Pero como te dije ahorita, EAFIT se sigue transformando y como es una Universidad Parque escuché por ahí que en su Plan Maestro 2024 tienen planeado destaparme y hasta descanalizarme. ¡No sabés la felicidad que eso me da!
¡Aquí te cuento mi historia!
El paso de La Volcana por EAFIT está acompañado por varias especies de árboles, entre estas: guayacanes amarillos, árboles de mango y palmas de Areca.
Estoy volviendo a la vida…
Los invito a un recorrido por mis aguas abajo. Soy una de las quebradas que recorren el Valle de Aburrá y vierten sus aguas en el río Medellín.
He sido silenciosa y tranquila, recorriendo por años un trayecto que se ha modificado, un cauce alterado, habitando un camino. Esto lo he hecho por tanto tiempo que ya me he convertido en paisaje. Soy una de las muchas fuentes hídricas de Medellín: la quebrada La Volcana.