Realidad trans: una perspectiva desde la psicología

Por: Mariana Caicedo Ángel

Reconocerse como una persona trans conlleva vivir diversos aspectos psicológicos, físicos y emocionales que hacen parte de un proceso complejo. Este proceso supone como tal, llevar a cabo una transición desde el sexo biológico (el que se tiene al momento de nacer), hasta el género con el cual la persona se siente más cómoda, identificada y plena; dicha transformación nace como consecuencia de un conflicto de identidad frente a la condición con la que se nace, motivo que además impulsa cambios físicos y psicológicos para reafirmarse en un género que sí satisfaga las expectativas y la identidad de la misma.

La transición va más allá de la esfera individual de la persona, pues tales cambios tienen un impacto en la realidad familiar y social de la misma, situación que no es fácil de manejar y abordar, pues acarrea trascender no solo los miedos personales frente a este cambio, sino también, implica superar los múltiples estigmas, los prejuicios constantes y el rechazo que se ha tenido frente a todo lo relacionado con la manifestación trans en nuestra sociedad y cultura.

Ana Isabel Palacio, psicóloga de la Universidad Pontificia Bolivariana y especialista en Psicología Clínica de la misma, permitirá, a través de sus respuestas, reflexionar en torno a esta realidad desde una perspectiva más amplia, profesional y enriquecida.

¿En qué consiste ser trans?, ¿piensa que esto un trastorno o una patología?

Este proceso implica una reconstrucción de la personalidad. En la actualidad, todavía se considera a esta realidad como una patología y cuando una persona se califica como trans, usualmente también se le diagnóstica con disforia de género. Sin embargo, me parece que estamos frente a una pregunta ambigua, ya que si bien podría considerarse que muchos de los casos conllevan un trastorno, tal y como específica el DSM 5 –manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales–, agregaría que realmente es un trastorno cuando este proceso te genera cierta angustia o dificultad en las diferentes esferas de la vida. Si la persona no está atravesando por un conflicto o una angustia, para mí, esta realidad no sería un transtorno, porque se podría considerar que esta forma de asumirse viene más relacionada con la construcción de una identidad y con la libertad de decidir que tiene cada ser humano.

Frente a la realidad trans actual, ¿qué retos particulares considera que tiene la psicología?

La psicología le debe enormemente a las personas trans, ya que se les ha mirado con una mirada patológica y estigmatizante. El reto hoy en día estaría en lograr que estas personas no entren en un cuadro de diagnóstico como si siempre tuviera relación con un trastorno, sino más bien, que se observen como ejemplo de una construcción de identidad propia del ser humano, situación que ocurre en cualquier momento y no solamente cuando uno no se siente cómodo con su sexo.

Supongo que esto no es fácil porque es más bien reciente la comprensión que se está teniendo sobre esta realidad, ¿qué haría usted como psicóloga?, ¿cómo evaluaría o qué aspectos consideraría en una intervención psicológica de una persona trans?

Lo más importante es no condicionar la intervención por la situación de que la persona sea trans. Primero, se debe apuntar dentro de la intervención psicológica a esos puntos que le generan especial malestar al paciente y qué puedo hacer yo como profesional para ayudar a que ese malestar disminuya. En general considero que es importante trabajar las estrategias de afrontamiento, el manejo de las emociones, la toma de decisiones y el auto esquemas y después, ya durante el proceso de intervención crearía objetivos de acuerdo a las necesidades específicas del paciente.

Y entonces ¿qué rol tiene el psicólogo en todo esto?, ¿cómo puede un psicólogo ayudar a una persona que atraviesa por un proceso difícil en su construcción de identidad de género?

Nosotros como psicólogos debemos procurar brindar toda la calma que podamos a esta persona sin apresurar su proceso; entender que muchos de los signos que indican que una persona no tiene la misma identidad de género que el sexo que se asigna al nacer pueden aparecer en diferentes ciclos de la vida (infancia, adolescencia o adultez). Se debe también acompañar con mucha empatía, comprensión y respeto, permitiéndole a la persona que vaya tomando decisiones a medida que sienta la capacidad y no apresurar a que defina su identidad sexual en tal momento, porque aceptarse como trans es un proceso que toma su tiempo, y esto es natural en la construcción de identidad, finalmente se deben realizar constantemente afirmaciones positivas o validaciones acerca de sus emociones para brindarles herramientas que contribuyan a la gestión de las mismas.

¿Qué papel tienen los padres de una persona que experimenta ambigüedad o deseos de cambio frente a su género? ¿Cómo pueden ayudarle?

Los padres terminan siendo fundamentales en el acompañamiento de este proceso, ya que los niños/as en su desarrollo van mostrando sus necesidades en cada momento; una madre/padre que acompañe con aceptación al niño/a que atraviesa por un proceso de ambigüedad de género, causa más probabilidad que el niño/a se sienta cómodo para explorar lo que está pasando y esto puede contribuir enormemente en la búsqueda de una respuesta que lo/a haga sentir mejor. Por el contrario, si un padre/madre asume una posición de rechazo frente a su hijo/a, es probable que el niño/a reprima lo que está sintiendo y tome decisiones relacionadas con este tema cuando sea mayor o simplemente viva su ambigüedad de género de manera oculta y con temor.
Es importante que los padres sepan que pueden consultar con diferentes profesionales para apoyar el proceso de sus hijos y de ellos como padres.

¡Vaya!, pensaría entonces que el tema de la ambigüedad de género o ser trans como tal implica más dificultades en los menores, ¿no?, ¿cómo viven esta situación los menores de edad, particularmente en el colegio (el bullying)?, ¿y las tendencias suicidas?

Debemos entender que la identidad de género es un proceso que atraviesa y acompaña de manera directa la construcción de la identidad como tal; aunque si bien en la actualidad se hable poco del tema y la psicología en muchos casos siga apoyando la mirada patologizante de los trans (donde se le percibe como un trastorno), es un hecho que en la actualidad se siguen generando muchos estigmas y visiones negativas acerca de estas personas, lamentablemente esto hace que sea más fácil que un chico/a en el colegio que está experimentando su ambigüedad de género sea objeto de burlas o “bullying”, y así, en la mayoría de estos casos están más vulnerables a atravesar por conductas suicidas. Con ello hay que tener especial cuidado para brindarles toda la atención y acompañamiento que necesiten.

En algunos casos se presentan dificultades, no por la identidad en sí de la persona trans sino por asumir su personalidad en una sociedad que  no siempre está abierta a aceptarla y comprenderla frente al estigma y el prejuicio social, ¿qué puede hacer una persona trans para afrontar esta realidad?

Lo más importante para una persona que esté viviendo este proceso de ambigüedad o que ya está definida como trans propiamente es que tenga un acompañamiento psicológico constante, tanto de un profesional como de sus seres queridos; debido a que es muy frecuente que estas personas estén mucho más expuestas a conductas suicidas, bullying, o a experimentar frustración, miedo y otras emociones, ya que se hacen cuestionamientos constantes sobre sí mismos y finalmente también “lidian” y luchan con su identidad personal en una sociedad que no es tolerante. Por esto, pienso que requieren mayor acompañamiento para fortalecer las estrategias de afrontamiento que cada persona tiene para asumir de la forma más apropiada su realidad.

¿Piensa que ser trans implica la posibilidad de determinados riesgos en la vida psíquica, física, social y personal?, de haberlos, ¿cómo podrían evitarse o hacer frente?

Claro, los riesgos son variados y múltiples (entre discriminación y violencia). Los trans están expuestos en esta cultura machista a ser víctimas constantemente de violencia física, sexual o psicológica. Desde mi punto de vista y como especialista en Psicología Clínica no deberían existir estos riesgos o estigmatizaciones, pues se debe respetar cualquier tipo de diversidad.
Estos riesgos afectarían en lo social (aíslan), personal (no tienen autoestima), psicológica (se ven diferentes a los demás) y ellos mismos le dan frente a estos “problemas” con comportamientos que no son propios de ellos, sino, que al tener miedo de no ser aceptados, no se expresan como realmente son.

Y, a su modo de ver esta realidad, ¿considera que ser trans es algo biológico, psicológico o cultural?

No, yo creo que ser trans es algo tan complejo que no podría reducirse solamente a componentes biológicos, psicológicos ni culturales, simplemente son elementos que hacen parte de la identidad de una persona.

Es algo mucho más complejo, como dices, aquí se relacionan varias aspectos, que quizá trasciendan un diagnóstico, además cada caso es particular, ¿será que hay alguna corriente de la psicología que aborde específicamente este aspecto de la identidad y de lo trans?

Mira, hace poco vi una propuesta nueva desde la psicología que busca entender la identidad de género como un espectro, en el que en un extremo estaría lo femenino y en el otro extremo lo masculino, pero en el medio existente entre lo femenino y lo masculino hay una infinidad de identidades bajo los cuales las personas pueden llamarse o identificarse. Es complejo reducirlo solamente a alguno de los 3 componentes anteriores, ya que por ejemplo en muchos casos está atravesado lo biológico y otras veces no, hay personas que quieren cambiar su género pero no su sexo biológico, otras no están dispuestas a hacerse modificaciones físicas u hormonales, mientras que otras sí.

Que interesante esto, quizá entendiendo más allá del prejuicio esta realidad, tendríamos más tolerancia, respeto y comprensión de este tema, ¿qué puede y qué debe hacer la sociedad para ir incorporando a estas personas en el tejido social?

Lo más importante y fundamental es fomentar la tolerancia y el respeto por la diferencia y la diversidad, son elementos que hay que cultivar constantemente en el tejido social para que los trans no sigan siendo motivo de estigmas o juicios negativos, sino que como sociedad seamos conscientes de que simplemente todos somos diferentes. También considero importante que renunciemos un poco a esa mirada patologizante frente a la comunidad trans, ya que finalmente no es un trastorno, es la identidad que siente una persona frente a sí mismo y al considerársele como enfermos o “trastornados” podría ser más difícil su inclusión en el tejido social.

Apenas nos estamos abriendo a concebir las diferencias, sea de género, sea étnicas, culturales, sexuales, sin embargo está la parte más difícil en toda esta incorporación en el tejido social, ¿cuál cree que sea el motivo y el origen del prejuicio que se tiene contra las personas trans?, ¿por qué existe la transfobia, cómo se manifiesta o cómo se identifica?, ¿en qué género es más frecuente?

Realmente el motivo es no poder abrazar la diferencia, y que juzgamos esas diferencias como algo negativo. La transfobia en mi opinión, ocurre en muchos casos por el desconocimiento que se tiene acerca de la realidad trans y al percibirla de una manera negativa o patologizante, o con diferentes “tabús”; pienso además que al vivir en una sociedad machista la transfobia se genera más en el género masculino. En mi experiencia como psicóloga dentro de la clínica psiquiátrica Hermanas Hospitalarias, tuve una adolescente transgénero femenina, la cual al ser ingresada en el piso de hospitalización de mujeres fue rechazada y discriminada por las demás pacientes ya que no tenían conocimiento de su proceso de construcción de género. La paciente experimentó allí sentimientos de miedo, angustia y se aisló desde su ingreso a la clínica; se apoyó el proceso en compañía de sus padres, psicoeducando, brindando estrategias de afrontamiento personal y con ello se buscó que la paciente logrará gestionar de la manera más adecuada sus emociones. 

Me resulta muy valioso contar con la percepción de una psicóloga, pues siento que la sociedad necesita compartir estos espacios, estas ideas, para que vayamos creciendo entre nuestras diferencias y nuestras realidad, ¿le gustaría decir algo para cerrar este encuentro?

Pienso que la importancia de abordar estos temas desde muchas áreas de la comprensión humana y social deben ser en pro de que acojamos la diferencia, pues, enriquece el tejido social que todos componemos.
No se nos puede olvidar que frente a esta y muchas situaciones que involucran el interior de las personas, lo importante es acércanos a la comprensión desde la receptividad, el respeto, la confianza, el apoyo y el amor, y la psicología puede ser ante esta expresión, un área que nos permite tener una apertura más humana y más sensata con todas nuestras diferencias, pues para eso están hechas las ciencias sociales, para enriquecer y aprender de nuestras cualidades como especie y como sociedad.

Experiencia Periodística Innovadora

Universidad EAFIT

Ana María Córdoba

Mariana Caicedo

Santiago Morales

Sara Ramírez

Valentina Mejía