Cae la tarde y el sol se empieza a esconder detrás de los picos de las montañas al occidente. La luna creciente y otros astros se ven en el cielo. Son las cinco de la tarde. El olor a dulce miel de caña inunda el trapiche mientras Carlos Augusto Gaviria, el dueño de la carga de caña que se está moliendo, mira con descontento el panorama.
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