RELATOS DE PANDEMIA

Una pandemia sin ruedas

Autor: Oriana María Acosta

Sara Suaza Londoño

Se va metiendo Cobo, Cobo que va de largo por fuera, va ganando la posición, ¡que carrera se está haciendo Óscar Cobo hasta el momento!, hasta ahora es el mejor de Colombia, ¡el que mejor la ha colocado!… la tensión que está viviendo el colombiano, aquí viene Colombia, Italia, Colombia, Italia, Colombia, Colombia, ¡Colombia es campeón del mundo! Por todo el centro de la pista ¡catapultó el sueño, creó la ilusión, se abraza con el triunfo y le regala un título a Colombia!(1)

Así narró el comentarista de la Federación Colombiana de Patinaje (FCP) la coronación de Óscar Cobo como Campeón Mundial de Patinaje de Carrera en los World Roller Games, llevados a cabo en Barcelona, en julio del año pasado. 

Este sueño de ser ganador mundial se hizo realidad en Europa, pero inició en Cali, en su hogar familiar hace 23 años, la Navidad en la que tenía cuatro años de edad, cuando le regalaron sus primeros patines para que botara la energía con el patinaje, decían sus papás; en ese momento, se enamoró de las ruedas. “A partir de ahí no me bajo de los patines, desde muy pequeño vivo y siento amor por el deporte”, cuenta el deportista. Desde sus inicios ha estado en la liga vallecaucana de patinaje, y a los ocho años se volvió deportista federado y empezó a competir en los rankings de las diferentes ciudades del país. 

A los 15 años fue a su primer mundial, y desde entonces lleva siete más. Ha participado en suramericanos, centroamericanos, panamericanos y más torneos de escala internacional y se ha coronado campeón del mundo repetidas veces en las categorías mayores. Hoy, con 23 años de experiencia deportiva, porta el título de campeón mundialista desde el 2019 en los World Roller Games Barcelona, en la modalidad de relevos, que consiste en recorrer 300 metros junto a otros tres compañeros.


Oscar también quedó de segundo lugar en la prueba individual de 20.000 metros. “Perdí por muy poquito esa prueba, yo creo que hay veces que uno también se fija mucho en los errores, a veces recuerdo más eso que el hecho de ser campeón”. 

A inicios de este año, luego de su gran debut en Barcelona, Óscar se preparaba para el selectivo de su próximo mundial, los World Roller Games Argentina, que estaba programado para el 2020. Su preparación era en Bogotá, donde debía estar durante un mes entrenando por las mañanas y tardes. “Uno sabe que durante ese mes uno solo patina, come, duerme y vuelve a la pista, a veces uno no quiere entrenar, pero toca”, así lo relata Cobo. Sin embargo, y a pesar de todo el esfuerzo puesto en su entrenamiento, el anuncio de la llegada de la COVID-19 al país y al resto de Suramérica cambió todos los planes. Tuvo que parar su entrenamiento en pista y entrenar en casa, y poco después el mundial fue reprogramado para septiembre de 2021. 

Sus entrenamientos cambiaron de una manera drástica. Antes de la llegada de la pandemia, Óscar entrenaba alrededor de seis o siete horas diarias, su jornada de entrenamiento comenzaba a las 6:00 de la mañana en bicicleta, después realizaba pesas y, por último, se ponía los patines. Debido a la pandemia, Óscar tuvo que modificar la duración de sus entrenamientos y adaptar su rutina para poder realizarla en casa. “Los primeros dos meses se trató de compensar la falta de los patines con el off skate (ejercicios de técnica que permiten mantener y mejorar los movimientos en patines) y la bicicleta, en mi caso tenía un simulador de bicicleta y realizaba sesiones de dos horas máximo”.

La ilusión de volver a las ruedas se iluminó cuando la Alcaldía de Cali anunció, el 13 de julio, la habilitación del Pasaporte Sanitario Deportivo para deportistas de alto rendimiento. A partir de ese momento, con ese permiso especial, añadió a su rutina la ruta en bicicleta y el trote al aire libre; sin embargo, los ánimos y la esperanza de volver a rendir como antes se desvanecieron luego de unas semanas de trote: trotar ejercía un impacto en su cuerpo que le hacía daño a sus rodillas y a su columna, provocándole una pequeña lesión que le hacía doler el cuerpo al ejercitarse, pero hería aún más su ego y sus ilusiones. Nuevamente tuvo que bajar la intensidad del entrenamiento para recuperarse totalmente. “Los ejercicios son de cuidado, de saber administrar las cargas, y al no tener el entrenamiento y espacio apropiado para un patinador, se vuelve difícil”, se lamenta Óscar.

Hoy, más de seis meses después de parar su entrenamiento, puede desempolvar sus patines y, poco a poco, ir cogiendo el ruedo al rendimiento que antes tenía y seguirse preparando para su próxima competencia, que está más próxima de lo que él realmente querría. En 25 días (desde el día de la realización de esta entrevista) tendrá lugar la primera competencia nacional pos-pandemia, y este campeón mundial tiene miedo del rol que jugará en ella. 

“Cada ciudad es responsable de hacer la competencia con sus propios deportistas, de ahí se sacarán los resultados nacionales. La Federación Colombiana de Patinaje considera que este nacional debe hacerse, entonces escogió algunas distancias y los deportistas las correremos de manera individual”, cuenta con desazón en su voz. Lo que Cobo percibe injusto de la realización de este nacional es que apenas se está volviendo a las pistas, no todos los patinadores están en las mismas condiciones y todas las pistas son diferentes, con velocidades diferentes (unas más rápidas que otras), materiales diferentes y en latitudes diferentes; todos estos factores pueden afectar los resultados que puede tener un patinador. 

La alegría de volver a los patines, de volver a rodar, poco se compara con la inseguridad que siente el mundialista de competir tan pronto, luego de ese frenón tan brusco que le hizo dar la pandemia, dejándolo sin ruedas por tanto tiempo. No tiene un equipo, no es una competencia de relevos en la que pueda preparar una estrategia con sus compañeros, es él contra el cronómetro y nada más. “El que lleva las de ganar es el que se adapte mejor o más rápido a volver a ser lo que era, el que logre volver a sentirse bien, a patinar bien. Porque patinando hoy te duele la espalda, te duelen las piernas, te duele todo”. Tendrá que sufrir un poco y ver cómo va.

 

Especial realizado por los estudiantes del Énfasis en periodismo digital del pregrado en Comunicación Social.

2020 / 2