Encontrar la esencia
Isabel Serna Gómez
Una sociedad vive de crear estigmas sociales, lo que significa vivir de apariencias y a expensas de otros. ¿De verdad estamos solo para complacer?
Creo firmemente en que cada ser humano escoge reencarnar en esta tierra, escoge exactamente esta época, sus familiares y los obstáculos que tendrá que enfrentar como ser mortal para llegar a evolucionar, con esto dicho quiero hacer notar que todos tenemos una razón para estar aquí, pero encontrar nuestra propia esencia, seguir nuestra intuición y confiar en nosotros mismos, es la parte más complicada de este viaje.
Esta situación empieza desde que somos pequeños, pues nuestros padres nos van a mantener sobre sus propios estigmas, porque así lo creen ellos y nosotros nos apropiamos de eso de manera inconsciente. Si tus padres le repiten a tu inconsciente que eres tímido, así es como te vas a desempeñar como ser en sociedad, pues si eso es lo que te hacen creer, es porque está bien, pero es todo lo contrario, y este sistema de estigmas va creciendo con el pasar de los años, ya no solo son tus padres los que te dicen quién eres y qué debes hacer con tu vida, ya lo hacen profesores, amigos y familiares, es una cadena de aspectos no deseados, pero a los que no le ponemos un alto.
Estoy de acuerdo con que necesitamos todo tipo de guías para encontrar lo que necesitamos, debemos experimentar, aprender a cómo comportarnos, equivocarnos, escuchar, y así, caer en la cuenta de quién realmente queremos ser ante el mundo, por esto es necesario explorar nuestras posibilidades y evitar a toda costa lo que nos estanca, en este caso lo que nos estanca es creer en estos estigmas que nos dan.
Los estigmas los considero unas etiquetas, como las que tiene una prenda de vestir en la que está escrito cuál es su tipo de tela, la talla, entre otros. Así es como nosotros andamos por el mundo, andamos con etiquetas que tienen escritas actitudes que todos ven, pero muchas veces lo que está dentro de la etiqueta puede no resonar con la persona que la tiene atada consigo, pues otras personas de su vida han hecho el trabajo de escribir sus aspectos por ese individuo.
En mi vida, las etiquetas que me impusieron, como tímida, reservada y penosa, me afectaron de gran manera durante casi todos los años escolares, muchas veces fui la callada que no participaba y la que tenía el mismo grupo de amigas. Cuando mencionaba querer ser comunicadora, las personas que lo escuchaban dudaban de que pudiera logarlo por culpa de “mi forma de ser”, me sentía completamente atada a aspectos que yo nunca pedí y eso me evitaba mostrar la que considero ahora mi personalidad verdadera.
Todas estas palabras de poder crean la realidad de una persona si ella o él en su inconsciente se lo creen, y lleva a otras consecuencias, como perder oportunidades por dudar de sí mismo, más conocido como el autosabotaje, aparentar para complacer a otros que nos consideran inferiores o incapaces y evitar salir de la zona de confort por miedo al qué dirán.
Encontrar nuestra esencia es un recorrido por el que tenemos que ir solos. Yo tuve que reconocer las partes de mi etiqueta que me hacían sentir incómoda, como el ser tímida y penosa; en realidad, siempre quería hacerme conocer, hablar, conseguir nuevas amigas, pero, era solo recordar en el pasado lo que me imponían y me daba ansiedad pensar en una Isabel diferente, y ¿por qué?, porque estaba pensando en si otras personas la aprobarían, no en si eso me traería un beneficio. Los humanos nos convertimos en seres vanidosos y consideramos que todos nos observan para señalar lo que hacemos, pero para lo que no abrimos los ojos es para comprender que nosotros somos nuestros propios críticos y si queremos un cambio debe empezar desde nuestro propio ser.
El creer en nosotros mismos es como una llave dorada en el juego de la vida, esa llave ayuda a crear una esencia única que te resalta de los demás, es muy importante encontrar esa llave por méritos propios y no ajenos para así encontrar de verdad esa paz interior y demostrar el gozo en el exterior. Las palabras de alguien más no marcan quién eres o serás por el resto de tu vida.