Las propiedades del cannabis medicinal sirven para el cáncer: Sandra Lucía Arias Ospina nos cuenta su experiencia.
Esta mujer es madre de tres hijos y hasta hace dos años se podía decir que había gozado de muy buena salud a lo largo de su vida. Nunca había sido internada en una clínica y sus controles de salud por lo regular salían muy bien. En 2019, a sus 48 años, al consultarle a su médico por unos bultos extraños que estaba sintiendo en sus senos y luego de una serie de exámenes, le dieron la fuerte noticia de que tenía cáncer de mama. En ese momento sintió que su vida se derrumbaba, ya que días antes de esto, una tía suya había muerto debido a esta misma enfermedad y el temor la invadió completamente.
De inmediato entendió que debía tomar una actitud completamente distinta al miedo y enfrentar la enfermedad, por su bien y el de su familia. Como buena católica, se dedicó a la oración y a tratar de sacarle una sonrisa a todo lo que le estaba pasando. Sus familiares confirman que la actitud de Suli, como la llaman ellos, parecía de una persona sin dolencias o sin una enfermedad como el cáncer.
El inicio de la batalla
Comenzó los tratamientos, asistió con regularidad a las quimioterapias y, a pesar de los potentes efectos secundarios que tenían, nunca se dejó derrumbar. Uno de esos efectos secundarios de las quimioterapias fue la caída del cabello. Poco a poco, fue viendo como su abundante cabellera iba abriendo paso a un cráneo limpio, sus pestañas y cejas también se cayeron. Según ella, “esto fue una de las cosas más duras que afronté durante el cáncer, ya que tienes que aprender a aceptar tu nueva estética y esto para una mujer es algo muy difícil”.
Luego de las quimios llegaron las radioterapias y Sandra cada vez se sentía más cansada. Estaba debilitada, pero siempre intentaba mostrarse positiva ante los demás, quizá como una forma de auto alentarse a seguir su proceso.
En ese momento, uno de sus hijos le llevó un champú y un tónico capilar a base de CBD, que servía para estimular el crecimiento del cabello, con el fin de empezar a hacerle frente a la calvicie. Fue su primer acercamiento con los productos cannábicos de tipo medicinal.
La cura
Finalmente, luego de un año, su médico le dijo que los tratamientos habían combatido muy bien la enfermedad y que el tumor se había reducido de manera considerable. Sin embargo, para erradicarlo por completo, era necesario recurrir a una mastectomía y vaciamiento axilar, una de las principales cirugías ante el cáncer de mama. Sandra no dudó en perder su seno con tal de eliminar el cáncer y se sometió a la cirugía, la cual resultó con éxito. Al cabo de unos días, le dieron la buena noticia de que se había recuperado y ya no tenía la enfermedad.
Desafortunadamente, quedó con muchas dolencias en su brazo derecho, a tal punto de no poderlo mover. Su hermana Clara Arias, quien la cuidaba por esos días, le recomendó usar una crema caliente a base de cannabis que adormecía su cuerpo y mitigaba el dolor.
“Clarita me la aplicaba todas las noches por el área de la axila y en mi brazo, luego me hacía un pequeño masaje y casi que de inmediato comenzaba a sentir la mejoría. Desde el primer día, supe que esa era la solución de mis dolencias”.
Gracias a esta crema de marihuana, Suli pudo volver a mover su brazo y hacer tareas domésticas. Nunca se imaginó que el cannabis la pudiera ayudar con las secuelas que le dejó el cáncer. Además cuenta:
“Yo comencé a usarlo porque uno con un dolor hace lo que sea para tratar de evitarlo y hasta ese momento ninguna pastilla me había ayudado realmente. Doy testimonio de los beneficios que tiene el cannabis en el cuerpo, sobre todo para personas que han padecido enfermedades como el cáncer. Gracias al champú y al tónico, he visto cómo mi cabello ha vuelto a crecer sano y abundante, además, la crema me sirvió muchísimo para superar el dolor que me quedó después de la cirugía”.
Antes de su enfermedad, Sandra no sabía de la existencia de algo llamado cannabis y menos de que la marihuana tuviera propiedades curativas. Después de que el cannabis medicinal la ayudó con el cáncer, su consumo se volvió esencial para su salud emocional y física.