Para hablar de los beneficios y contraindicaciones del cannabis hay que entender de qué está hecha esta planta. Seguramente has escuchado del CBD y del THC, estos son los principales componentes de la marihuana y se encuentran en diversas proporciones dependiendo de la cepa.
Mientras que el THC tiene las propiedades psicoactivas que buscan los usuarios recreativos mayoritariamente, el CBD contrarresta estos efectos alucinógenos y actúa sobre el sistema nervioso central, según la Fundación Canna. A este último componente se atribuyen más beneficios para el tratamiento de enfermedades y amplios usos terapéuticos.
Esto no significa que los componentes no trabajen juntos, todo lo contrario, su valor terapéutico aumenta cuando se combinan. The Cannabis Web explica que: “El CBD potencia determinadas propiedades del THC, como las analgésicas o las anticancerígenas, al mismo tiempo que contrarresta su psicoactividad”.
Ahora que ya conocemos los componentes básicos de la planta, vamos a la raíz de sus beneficios y efectos nocivos.
¿Cuáles son las propiedades medicinales del cannabis?
El cannabis tiene una gran variedad de aplicaciones en la medicina, pues tiene un potencial terapéutico en los sistemas digestivo, nervioso central, mental y respiratorio. Específicamente, sirve para tratar enfermedades, como obesidad, anorexia, epilepsia, esclerosis múltiple, Alzhéimer, Párkinson, esquizofrenia, ansiedad, depresión, adicción a las drogas, asma, glaucoma, cuadros de alergias, entre otras, según el documento Aspectos toxicológicos, clínicos, sociales y potenciales usos terapéuticos del Ministerio de Justicia y Derecho de Colombia.
¿Tiene contraindicaciones o efectos negativos?
Fumar cannabis puede afectar el sistema circulatorio, dice el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por su sigla en inglés), ya que puede aumentar el riesgo de tener ataques de corazón y accidentes cerebrovasculares. Esto se debe a que aumenta el ritmo cardiaco y la presión arterial. Sin embargo, se aclara que “es necesario investigar más para comprender el impacto total del consumo de marihuana en el sistema circulatorio, con el fin de determinar si lleva a un riesgo mayor de muerte por su consumo”.
Indudablemente, la combustión al momento de fumar tiene efectos en la salud pulmonar, pues el humo del cannabis “contiene muchos de los mismos irritantes, toxinas y cancerígenos del humo del tabaco”. Esto puede llevar a un mayor riesgo de bronquitis, tos y producción de flema, síntomas que mejoran cuando se deja de fumar cannabis.
Aunque aún faltan muchos estudios sobre el tema, aclara el CDC, se ha encontrado que es significativamente más probable que los consumidores de cannabis recreativo —comparado con los no consumidores— tengan trastornos mentales que les impiden vivir una vida completamente independiente, tales como la esquizofrenia y la psicosis.
Además, comer alimentos hechos con THC, como brownies o galletas, pueden causar intoxicación. El CDC explica que cuando estas se preparan es más difícil calcular la dosis adecuada. Además, como los efectos tardan aproximadamente 30 minutos en aparecer, las personas tienden a comer mucho más, porque al principio no sienten los efectos, lo que puede causar una intoxicación.
¿Se puede generar adicción al cannabis?
Uno de cada diez consumidores de cannabis será un adicto y la cifra aumenta para las personas que empiezan a consumir antes de los 18 años de edad: uno de cada seis, según el CDC.
Los indicios que dan cuenta de que una persona es adicta al cannabis se presentan cuando dejan de hacer actividades importantes con amigos y familia o reemplazan deberes de estudio o trabajo por el hecho de no poder parar el consumo de la planta. De acuerdo con el CDC, “los adictos al cannabis también pueden tener un riesgo mayor de otras consecuencias negativas, como problemas de atención, memoria y aprendizaje”.
Referencias:
The cannabis web, Qué es el CBD.
Ministerio de Justicia y Derecho de Colombia. Aspectos toxicológicos, clínicos, sociales y potenciales usos terapéuticos del cannabis.
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. La marihuana y la salud pública.