El arte-sana, las piedras sanan
Por: Maria Alejandra Ramírez Correa, David Estrada Montoya
Patricia Vásquez es una guardiana artesana, cuyo elemento que la identifica y la conecta con la tierra y con el agua son las piedras. En su taller, ubicado en San Antonio de Prado, corregimiento de Medellín, dice que “conversa” con ellas, en las que encuentra una relación curativa con la vida.
La tierra es su principal insumo de trabajo y de inspiración, y de ella toma prestada elementos que sirven para llenar de color y de sentido el mundo. Pero, ¿qué tiene la tierra para decir de esos préstamos?, ¿de rocas, piedras y gemas?
Daniel Escobar, estudiante de Geología, de la Universidad EAFIT.
Una roca es una masa sólida compuesta de minerales y/o materiales orgánicos. Se clasifican de diferentes formas de acuerdo con sus características y su ambiente de formación. Por ejemplo, se pueden formar por enfriamiento del magma, por compactación de sedimentos o por alteraciones de rocas preexistentes.
Para que una roca pueda llegar a los alrededores de una quebrada es necesario varios procesos que se conocen como erosión, transporte y acomodación.
La erosión la entendemos como la consecuencia de que una fuente de agua fluya a través de una región montañosa y vaya desgastando y desprendiendo fragmentos de roca y sedimentos de zonas circundantes.
El transporte se refiere a cómo el agua va transportando estos fragmentos y sedimentos a través del lecho del río o de la fuente de agua. La velocidad y la fuerza del flujo son las que dictan hasta qué distancia mueven estos fragmentos.
La acumulación tiene relación con un flujo de agua que baja de las montañas en la que nace y que va disminuyendo su pendiente y, por tanto, su velocidad, hasta que llega un punto en donde no es capaz de seguir transportando estos fragmentos y sedimentos, y los deja ahí.
La diferencia principal entre roca, gema y piedra preciosa radica en el valor y el uso: las rocas son componentes de la Tierra, las gemas son minerales o materiales orgánicos usados en joyería, y las piedras preciosas son gemas de alta calidad y valor.
El arte de las piedras: tallando la vida del ser humano
Por: David Estrada Montoya
En primera persona, la artesana Patricia Elena Bustamante, maestra de la también artesana Patricia Vásquez, habla de su experiencia de vida, de quién le enseñó su arte y cómo se conecta con las montañas del corregimiento San Cristóbal de Medellín.
Hace más de 30 años me les escapé a mis padres y me fui para Argentina. ¿Se imaginan? ¡A un matrimonio conservador!, que, claramente, a mis 20 años largos, no me iba a permitir “volarme” de la casa, y menos sola a un lugar tan lejano.
Allí en Argentina viví experiencias únicas y especiales, tal vez las mejores de mi vida. Me fui sola, aventurándome a ver con qué me iba a encontrar. En ese momento no me imaginé que esta tierra me dejaría tanto. Me enamoré, conocí a un argentino. Él me “enseñó” a trabajar con artesanías. Así, entre comillas, porque lo que hice fue aprender sin que él se diera cuenta. Lo espiaba. Lo veía a escondidas. Me tocó hacerlo así, porque él decía que si me enseñaba lo iba a dejar y me iba a ir con lo que él me enseñara. Y así lo hice. Cuando él salía, yo fui recolectando mis propios materiales y almacenándolos para desarrollar mi propio arte.
Así, este argentino me dejó lo más preciado: la artesanía. Con ella volví a subir a Colombia y a rehacer mi vida. Luego de dejar esto plasmado en mi corazón, siempre quise transmitirlo, enseñarlo. No como este hombre había hecho conmigo.
Siempre he tenido una gran amiga, Patricia Vásquez, mi tocaya, quien comparte el mismo signo zodiacal conmigo: Sagitario… Sí, ambas nacimos en diciembre. ¿Así o más conectadas? Entonces, claro, me puse a enseñarle a mi amiga a hacer artesanías. El camino nos unió y este nos compartió lo más bello: las piedras. En ellas se basan mis artesanías. Cada una tiene algo especial. Es que sí, Patricia y yo compartimos todo: artesanías, piedras, signo zodiacal, mes de nacimiento, amistad.
El tiempo también te conecta con las piedras, porque mi trabajo las requiere a ellas y son lo más importante cuando hago artesanías.
Patricia Elena Bustamante tiene 62 años, lleva casi la mitad de su vida siendo artesana y su taller se encuentra en el corregimiento San Cristóbal, de Medellín.
Llevo más de 30 años viviendo en el corregimiento San Cristóbal de Medellín, en la vereda El Filo, mi hogar. Hace más de tres décadas conocí a un muchacho que, igual que yo, tenía ganas de salir de su casa. Me junté con él y nos vinimos para San Cristóbal. He vivido en varias veredas, al principio mi hogar fue El Llano, luego pasamos a vivir en La Palma, de La Palma para El Patio y de El Patio para El Filo. Acá me siento libre porque puedo respirar aire puro. Estas montañas me acompañaron durante los 17 años que viví con él y, aún hoy, me acompañan. En un momento, simplemente, todo se acabó con él. San Cristóbal se conecta conmigo y me consuela cuando me acuerdo de ese hombre.
Las piedras me acompañan hace treinta y pico de años, ellas son la base del trabajo que hago en mi taller. Hace muchos años trabajé con mi primera piedra, porque tuve que aprender todo este arte y eso es muy difícil, muy minucioso, hay que tener mucha paciencia. Con el tiempo, tu creatividad se va abriendo, pero eso requiere de mucha paciencia. El tiempo también te conecta con las piedras, porque mi trabajo las requiere a ellas y son lo más importante cuando hago artesanías.
