Para entender mejor Los reyes del mundo, una de las películas más importantes del cine colombiano, es necesario atravesar los laberintos de la mente que la creó. Bienvenidos al laberinto de Laura Mora.
De lejos se notaba embelesada por los descubrimientos que hacía entre páginas. Al desviar la mirada, sus ojos parecían perder el foco para darle un descanso a la mente. La lectura sobre Jean Epstein fue suspendida para atendernos.
Laura Mora se encontraba en el recibidor del Auditorio Fundadores, de la Universidad EAFIT, camuflada entre quienes merodeaban el recinto, con la sencillez en su apariencia y su figura pequeña que genera en ella un aura juvenil.
Dentro del teatro, el público presenciaba la proyección de la película colombiana Los Reyes del Mundo, la misma que llevó a Laura Mora a plasmar su nombre entre los prestigiosos directores de cine que han conseguido la Concha de Oro, el máximo galardón que se entrega en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, España.
Cinco meses después de aquel reconocimiento, la ironía del triunfo se cernía sobre ella. El sendero de la fama empezó a producir sus estragos: por un lado, la crítica aclamaba su trabajo cinematográfico; y por el otro, era sometida al asedio de la prensa y la opinión pública que basaba sus ataques en motivos mediáticos y sesgados que para Laura escapaban de su alcance.
Ese día Laura nos enseñó que en la belleza del arte también abunda la fragilidad. El camino fácil es ignorar los ataques o fingir tener el control de la situación. Lo que no es más que una pretensión, una fachada que muchos utilizan para disimular el daño.
Llevaba una vida retratando historias de injusticias y de pronto se sintió atrapada en la suya, bajo un círculo sensacionalista que fue indiferente a su verdad.
Pero con todas las razones en contra, Laura eligió creer una vez más. Nos recibió con su naturalidad, una especie de familiaridad que transformó lo que era una entrevista en una charla tendida y cercana que se mantuvo por casi una hora.
Olvidamos que quizás teníamos en frente a una de las cineastas más importante del país para estos tiempos y dejamos que la autenticidad de Laura nos condujera a su laberinto. En el recorrido, encontramos las respuestas para revelar el misterio de su obra Los reyes del mundo.
¿Cuáles fueron los retos de rodar la película en el trayecto hacia el Bajo Cauca?
¿Cómo hace un equipo de mujeres para contar la historia de un grupo de hombres?
¿Crees que el género masculino puede tener una redención ante la herencia violenta?
¿Cuál es el impacto que deja el rodaje de la película en la población del Bajo Cauca?
¿Cuáles son sus influencias artísticas al momento de construir piezas cinematográficas?
Pasearse por los pasillos de su mente es apreciar la manera como el arte cobra un sentido social y de reivindicación. Lo que significa llegar hasta las grietas de una sociedad colombiana penetrada por la violencia, y descubrir la forma en cómo iluminar el camino del reconocimiento por una verdad que cargamos en la espalda a lo largo de generaciones.
Con Los reyes del mundo pudimos ver caballos blancos, hombres que ponían su hermandad por encima de todo y, finalmente, un porvenir muy brillante para el cine colombiano.
