”
Quizá la palabra no es culpa. Mejor es nuestro “deber hacer algo” para mejorar esa realidad actual.
Hoy sí que viví una gran aventura. No había contestado tu carta porque el trabajo de campo es absorbente. Realmente, quería tener un espacio cómodo y tranquilo para responderte como se debe. Estoy sentada en una pequeña banca de cemento, bajo la estación Floresta del metro, en el parque John F. Kennedy, más conocido como el parque del Amor. Por eso te pienso y te imagino a mi lado.
Frente a mí pasa la quebrada la Hueso. Su color es demasiado oscuro, casi negro, con seguridad se debe a la escorrentía proveniente de los cultivos y los vertimientos de aguas residuales domésticas. Hoy hicimos levantamiento de datos y descubrimos que, según la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios en Colombia, se dispone de 32.580 toneladas por día de residuos sólidos. No sé si dimensionas la cantidad de basura que representa eso.
Sin importar el mal olor, decidí quedarme acá por un tiempo. Es un sector tranquilo y solo se escucha el agua que baja por la canalización de la quebrada y algunos carros que pitan en las vías. Te pienso e imagino tu cara de desagrado por el olor tan fuerte. A ratos el hedor disminuye debido a la marihuana que queman y fuman algunos habitantes de calle que reposan bajo la infraestructura del metro. Me gustaría que estuvieras aquí para que me tomes la mano y hablemos por horas. Sí, es que a pesar de las semanas que han pasado, sigo sin acostumbrarme a estar sin ti.
Mis ánimos han mejorado. Creo que me he retado a conocer a la comunidad que rodea la quebrada y les he transmitido mi preocupación frente al futuro de nuestro entorno, de nuestro medio ambiente. He sensibilizado a varias personas y entendí que el mal manejo de nuestros espacios se debe a que hace años, cuando se comenzó a generar todo este cambio urbano e industrial de nuestra ciudad, la población desconocía las consecuencias de la mala administración y el cuidado, por ejemplo, de las fuentes de agua. La tecnología ha evolucionado y, con ello, los conocimientos frente a las repercusiones y las posibles prevenciones que tenemos a la mano.
Quizá la palabra no es culpa. Mejor es nuestro “deber hacer algo” para mejorar esa realidad actual.
Te cuento que hoy encontré un tesoro: revisando en la Biblioteca Pública Piloto encontré un libro de Michel Hermelin Arbaux, seguramente no lo conozcas. Fue un genio que se destacó por su investigación en las geociencias y por ser forjador de profesionales de la geología en el país. El libro se llama Desastres de origen natural en Colombia 1979-2004. En este, habla de la evolución geológica y cómo se ha compuesto el espacio en pro del desarrollo. Guardé la referencia por si quieres leerlo a detalle. Sé que para tu proyecto también puede ser útil.
En otras noticias, ya le compartí mi primer informe al profe Darwin. Dice que le gusta, pero que quisiera entender mejor mis propuestas para concientizar a entidades que trabajan en pro de mejorar el ambiente. Estoy trabajando en ello: la próxima vez que te escriba te cuento cómo lo desarrollo.
Son las 4:30 de la tarde. Ya hay varias familias en el parque con sus perros. Yo debo seguir bajando hasta el Estadio porque me reuniré con el Siata para entender mejor los riesgos y las prevenciones que hay frente al descuido, la contaminación y la creciente de las quebradas. Pero no dejo de pensarte. Me voy del parque de los enamorados, pero creo que nunca dejaré de estar enamorada de ti.
Cuéntame más de ti, ¿cómo avanzas y a quién has conocido?
Te quiero Amaya. Tuya por siempre, Zarya.
Hoy sí que viví una gran aventura. No había contestado tu carta porque el trabajo de campo es absorbente. Realmente, quería tener un espacio cómodo y tranquilo para responderte como se debe. Estoy sentada en una pequeña banca de cemento, bajo la estación Floresta del metro, en el parque John F. Kennedy, más conocido como el parque del Amor. Por eso te pienso y te imagino a mi lado.
Frente a mí pasa la quebrada la Hueso. Su color es demasiado oscuro, casi negro, con seguridad se debe a la escorrentía proveniente de los cultivos y los vertimientos de aguas residuales domésticas. Hoy hicimos levantamiento de datos y descubrimos que, según la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios en Colombia, se dispone de 32.580 toneladas por día de residuos sólidos. No sé si dimensionas la cantidad de basura que representa eso.
Sin importar el mal olor, decidí quedarme acá por un tiempo. Es un sector tranquilo y solo se escucha el agua que baja por la canalización de la quebrada y algunos carros que pitan en las vías. Te pienso e imagino tu cara de desagrado por el olor tan fuerte. A ratos el hedor disminuye debido a la marihuana que queman y fuman algunos habitantes de calle que reposan bajo la infraestructura del metro. Me gustaría que estuvieras aquí para que me tomes la mano y hablemos por horas. Sí, es que a pesar de las semanas que han pasado, sigo sin acostumbrarme a estar sin ti.
Mis ánimos han mejorado. Creo que me he retado a conocer a la comunidad que rodea la quebrada y les he transmitido mi preocupación frente al futuro de nuestro entorno, de nuestro medio ambiente. He sensibilizado a varias personas y entendí que el mal manejo de nuestros espacios se debe a que hace años, cuando se comenzó a generar todo este cambio urbano e industrial de nuestra ciudad, la población desconocía las consecuencias de la mala administración y el cuidado, por ejemplo, de las fuentes de agua. La tecnología ha evolucionado y, con ello, los conocimientos frente a las repercusiones y las posibles prevenciones que tenemos a la mano.
Quizá la palabra no es culpa. Mejor es nuestro “deber hacer algo” para mejorar esa realidad actual.
Te cuento que hoy encontré un tesoro: revisando en la Biblioteca Pública Piloto encontré un libro de Michel Hermelin Arbaux, seguramente no lo conozcas. Fue un genio que se destacó por su investigación en las geociencias y por ser forjador de profesionales de la geología en el país. El libro se llama Desastres de origen natural en Colombia 1979-2004. En este, habla de la evolución geológica y cómo se ha compuesto el espacio en pro del desarrollo. Guardé la referencia por si quieres leerlo a detalle. Sé que para tu proyecto también puede ser útil.
En otras noticias, ya le compartí mi primer informe al profe Darwin. Dice que le gusta, pero que quisiera entender mejor mis propuestas para concientizar a entidades que trabajan en pro de mejorar el ambiente. Estoy trabajando en ello: la próxima vez que te escriba te cuento cómo lo desarrollo.
Son las 4:30 de la tarde. Ya hay varias familias en el parque con sus perros. Yo debo seguir bajando hasta el Estadio porque me reuniré con el Siata para entender mejor los riesgos y las prevenciones que hay frente al descuido, la contaminación y la creciente de las quebradas. Pero no dejo de pensarte. Me voy del parque de los enamorados, pero creo que nunca dejaré de estar enamorada de ti.
Cuéntame más de ti, ¿cómo avanzas y a quién has conocido?
Te quiero Amaya. Tuya por siempre, Zarya.
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Se ve calmada, pero de un momento a otro su cauce se incrementa y busca salir de su rutina apacible.
Directora
Manuela Bedoya
Productor transmedia
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Editoras
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Líder audiovisual
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Community Manager
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Minero de datos
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