” 

Cada vez el planeta se viste más de cemento y menos de bosques, ríos, quebradas y mares.

Querida Amaya,

Me alegra recibir tu carta… no ha sido el mejor día de todos. Creo que me abruma pensar en todo el daño que le hemos provocado a la Tierra, ya sabes que lloro por todo, pero esto es diferente. De verdad me asusta y a la vez me motiva a generar un cambio real.  

Respondiendo a tu pregunta: sí, estoy segura de que el agua transita bajo todo el pavimento que pretenden ocultar y controlar los cauces. En séptimo semestre vi una materia que se llama Hidrogeología y en ella nos explicaron que en el gran ciclo del agua hay cuatro momentos en los cuales esta viaja de manera subterránea: la primera es por la humedad de los suelos; la segunda, por el interflujo de los cauces; la tercera, a través de la filtración superficial de los suelos y, finalmente, la cuarta, que se refiere al flujo subterráneo, es decir, cauces que viajan de manera interna.   

No sé si eso aclare un poco tu duda sobre el agua de la quebrada La Sanín. De hecho, en mí trabajo de campo también hablamos sobre el agua que viaja bajo la superficie, esa que no vemos.  

Según el Centro de Estudios Urbanos y Ambientales (Urbam) de EAFIT, la urbanización del Valle de Aburrá ha crecido exponencialmente. Cada vez el planeta se viste más de cemento y menos de bosques, ríos, quebradas y mares. Los humanos hemos decidido la distribución y la administración de la Tierra, a nuestra conveniencia, pero el agua no desaparece para darle paso a un edificio o a una autopista… El agua sigue ahí, vive ahí y, con seguridad, algún día cobrará factura por el terreno del que nos apropiamos. En Medellín ya hemos vivido tragedias por cuenta de esta situación.  

Este fue uno de los motivos que me molestó hoy, pensar en lo egoístas que somos con la Tierra, aun sabiendo que ella nos da sin reparos. Somos muy pocos los que nos preocupamos. ¿Te imaginas cómo sería la vida si fuéramos amigables y conscientes con la Tierra, con el espacio que habitamos? Quizás sea utópico, pero quiero aferrarme a esa idea, en la que dejamos de ignorar aquello que nos da vida. 

Te quiero y te pienso, Amaya, me siento tan afortunada de saber que no solo coincidimos en clase, sino que también somos tan sensibles por la Tierra. Creo que eso hace nuestra relación perfecta: entendemos nuestros enojos y victorias cuando se trata de salvar el mundo, de salvarnos nosotros al fin de cuentas.  

En fin, por mi parte, te cuento que hoy fue imposible ver la quebrada. La gran infraestructura del metro de Medellín cubre gran parte de ella. Lo único que divisamos fueron los muros de, aproximadamente, cuatro metros de profundidad que contienen su cauce y que sirven para evitar que se desborde cuando esta se crece. Decidimos explorar la Pelahueso, una quebrada que alimenta La Hueso y baja por toda la canalización del barrio San Javier. Allí nos enfocamos en entender el ecosistema y la urbanización del sector. Fue un día muy soleado… Me dio migraña estar bajo el sol por tantas horas, por la que ya entiendo tu amor por la lluvia y las nubes grises.  

Creo que ya te he contado demasiado, pero al mismo tiempo me hace falta mucho por decirte. No veo la hora de acabar mi proyecto para poder verte y contarte todas mis aventuras.  

Por cierto, recuerda que la próxima semana, el 22 de abril, es el Día Internacional de la Madre Tierra. Aunque no estemos juntas, te propongo celebrarlo en la distancia, mira las estrellas y piensa en la cantidad de años que han transcurrido desde que se conformó este planeta primigenio del sistema solar. Nunca deja de sorprenderme que todo lo que conocemos y habitamos surgió gracias a la expansión de una estrella que, como resultado, generó una colisión y fusión de fragmentos de rocas más pequeñas, ahí se consolida la Tierra, pero, ¿sabes que me sorprende más? Saber que otra estrella habita la Tierra y que seas tú.   

PD: conocí a una señora que vende las mejores empanadas de San Javier. El lugar entró en el top de los tres lugares perfectos para tener una cita contigo. Además, el ají es una cosa de locos. 

Te quiero por siempre,  

Zarya.  

Querida Amaya,

Me alegra recibir tu carta… no ha sido el mejor día de todos. Creo que me abruma pensar en todo el daño que le hemos provocado a la Tierra, ya sabes que lloro por todo, pero esto es diferente. De verdad me asusta y a la vez me motiva a generar un cambio real.  

Respondiendo a tu pregunta: sí, estoy segura de que el agua transita bajo todo el pavimento que pretenden ocultar y controlar los cauces. En séptimo semestre vi una materia que se llama Hidrogeología y en ella nos explicaron que en el gran ciclo del agua hay cuatro momentos en los cuales esta viaja de manera subterránea: la primera es por la humedad de los suelos; la segunda, por el interflujo de los cauces; la tercera, a través de la filtración superficial de los suelos y, finalmente, la cuarta, que se refiere al flujo subterráneo, es decir, cauces que viajan de manera interna.   

No sé si eso aclare un poco tu duda sobre el agua de la quebrada La Sanín. De hecho, en mí trabajo de campo también hablamos sobre el agua que viaja bajo la superficie, esa que no vemos.  

Según el Centro de Estudios Urbanos y Ambientales (Urbam) de EAFIT, la urbanización del Valle de Aburrá ha crecido exponencialmente. Cada vez el planeta se viste más de cemento y menos de bosques, ríos, quebradas y mares. Los humanos hemos decidido la distribución y la administración de la Tierra, a nuestra conveniencia, pero el agua no desaparece para darle paso a un edificio o a una autopista… El agua sigue ahí, vive ahí y, con seguridad, algún día cobrará factura por el terreno del que nos apropiamos. En Medellín ya hemos vivido tragedias por cuenta de esta situación.  

Este fue uno de los motivos que me molestó hoy, pensar en lo egoístas que somos con la Tierra, aun sabiendo que ella nos da sin reparos. Somos muy pocos los que nos preocupamos. ¿Te imaginas cómo sería la vida si fuéramos amigables y conscientes con la Tierra, con el espacio que habitamos? Quizás sea utópico, pero quiero aferrarme a esa idea, en la que dejamos de ignorar aquello que nos da vida. 

Te quiero y te pienso, Amaya, me siento tan afortunada de saber que no solo coincidimos en clase, sino que también somos tan sensibles por la Tierra. Creo que eso hace nuestra relación perfecta: entendemos nuestros enojos y victorias cuando se trata de salvar el mundo, de salvarnos nosotros al fin de cuentas.  

En fin, por mi parte, te cuento que hoy fue imposible ver la quebrada. La gran infraestructura del metro de Medellín cubre gran parte de ella. Lo único que divisamos fueron los muros de, aproximadamente, cuatro metros de profundidad que contienen su cauce y que sirven para evitar que se desborde cuando esta se crece. Decidimos explorar la Pelahueso, una quebrada que alimenta La Hueso y baja por toda la canalización del barrio San Javier. Allí nos enfocamos en entender el ecosistema y la urbanización del sector. Fue un día muy soleado… Me dio migraña estar bajo el sol por tantas horas, por la que ya entiendo tu amor por la lluvia y las nubes grises.  

Creo que ya te he contado demasiado, pero al mismo tiempo me hace falta mucho por decirte. No veo la hora de acabar mi proyecto para poder verte y contarte todas mis aventuras.  

Por cierto, recuerda que la próxima semana, el 22 de abril, es el Día Internacional de la Madre Tierra. Aunque no estemos juntas, te propongo celebrarlo en la distancia, mira las estrellas y piensa en la cantidad de años que han transcurrido desde que se conformó este planeta primigenio del sistema solar. Nunca deja de sorprenderme que todo lo que conocemos y habitamos surgió gracias a la expansión de una estrella que, como resultado, generó una colisión y fusión de fragmentos de rocas más pequeñas, ahí se consolida la Tierra, pero, ¿sabes que me sorprende más? Saber que otra estrella habita la Tierra y que seas tú.   

PD: conocí a una señora que vende las mejores empanadas de San Javier. El lugar entró en el top de los tres lugares perfectos para tener una cita contigo. Además, el ají es una cosa de locos. 

Te quiero por siempre,  

Zarya.  

” 

Espero que la Tierra aún no nos pase factura por apropiarnos sin remordimiento de lugares que no eran nuestros.

Directora 
Manuela Bedoya

Productor transmedia
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Editoras
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Community Manager
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