Profesor y artista, egresado de Artes Plásticas de la Universidad de Antioquia, con una maestría que realizó en México en Artes Visuales. Desde el 2003 se desempeña como docente en la Universidad de Antioquia y en la Fundación Bellas Artes, en ambas enseña talleres de Muralismo y Arte de Calle. Este artista se distingue en la ciudad por plasmar sus obras en varios murales, por ejemplo, el Jaguar del Hotel Dix de la calle 10, y usa las redes sociales para difundir su trabajo. Ha sido jurado y curador dentro del ámbito del grafiti y del street art.

 

¿QUÉ PIENSA ACERCA DEL PAPEL DE LA MUJER EN EL GRAFITI?

Muy similar al del hombre, hay muchos colectivos de chicas, se puede ver que las chicas manejan mucho el asunto político y el tema del feminismo, pero hay muchas que hacen trabajos igual de grandes que los hombres, sin embargo, el gremio del arte y el grafiti es menos machista que el resto de la sociedad, es más la connotación que le da la gente.

¿EL GRAFITI DEBERÍA TENER MÁS APOYO POR PARTE DE LAS ENTIDADES GUBERNAMENTALES? ¿CÓMO CONSIDERA ESTE APOYO?

Lo tiene, pero tengo mis reservas, de hecho, muchos proyectos nacieron con apoyo de la alcaldía, pero hubo un problema con varios grafiteros de la ciudad, porque el grafiti se estaba utilizando como medio de propaganda institucional, pagándoles a grafiteros para que pintaran como grafiti, en lugares que son de vía libre para el grafiti. De igual forma, eso de los apoyos es muy doble moral, en el último proyecto que participé, “Caminemos la 10”, tiene un sentido y es generar más turismo. Yo siempre he preferido que entre menos institucionales sean las cosas, mejor. De alguna manera, el grafiti es libre, no tiene quién lo controle, el grafiti debe ser real, como se dice en el gremio, así como el grafitero que decide ir a poner tres letras en un vagón del metro a las tres de la mañana. 

¿DEBERÍA EXISTIR EN LA CIUDAD UN LUGAR DESTINADO PARA EXPRESAR EL GRAFITI, SOBRE TODO PARA AQUELLOS QUE LO USAN COMO PROTESTA SOCIAL?

Sería muy bueno que hubiera un lugar destinado para esto, pero para el grafitero en sí, es muy divertido ir buscando dónde poner su grafiti. Hay un muro que queda al lado de Bellas Artes que yo pinté recientemente antes de que empezara la cuarentena, el muro pertenece a un café que se llama Café Amadís, ya he hecho 5 murales en ese muro, y es como si fuera “mío” cuando pasé por ahí antes de intervenirlo, el dueño me vio y me dijo: “Hermano, venga, yo necesito que renovemos ese muro, mire su muro”, y es mi muro. Sin embargo, la 10 siempre ha sido un lugar muy codiciado para hacer grafitis.

¿CONSIDERA QUE EL GRAFITI PODRÍA SERVIR COMO TERAPIA EN PERSONAS QUE TENGAN ALGUNA LIMITACIÓN FÍSICA O COGNITIVA?

Sí, en general todo el arte. El grafiti es una cosa muy abierta, desde el letrero de “Cristo Vive”, hasta la producción más compleja y elaborada, incluso si llegas a conocer la tecnología que puede tener una lata de aerosol, te das cuenta que es un universo y cuando vos le hablas a la gente de esto se queda asombrada.  Es algo muy emocionante y positivo para la persona que nunca ha cogido una lata de pintura, pues sienten que a través de ella pueden liberar emociones y la vez servir como terapia. Igualmente, en algún momento todas las personas han escrito su nombre en alguna superficie, ya sea con una llave, con una moneda o de chiquitos por ahí escribiendo Nacional o J y F.

Urbanas es un proyecto de La Universidad EAFIT que pretende destacar el papel de la mujer en el arte urbano, mediante las historias de cuatro artistas, quienes representan sus vivencias, sus luchas y sus pensamientos a través del grafiti y el muralismo. 

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