Reconocerse como una persona trans conlleva vivir diversos aspectos psicológicos, físicos y emocionales que hacen parte de un proceso complejo. Este proceso supone como tal, llevar a cabo una transición desde el sexo biológico (el que se tiene al momento de nacer), hasta el género con el cual la persona se siente más cómoda, identificada y plena; dicha transformación nace como consecuencia de un conflicto de identidad frente a la condición con la que se nace, motivo que además impulsa cambios físicos y psicológicos para reafirmarse en un género que sí satisfaga las expectativas y la identidad de la misma.
La transición va más allá de la esfera individual de la persona, pues tales cambios tienen un impacto en la realidad familiar y social de la misma, situación que no es fácil de manejar y abordar, pues acarrea trascender no solo los miedos personales frente a este cambio, sino también, implica superar los múltiples estigmas, los prejuicios constantes y el rechazo que se ha tenido frente a todo lo relacionado con la manifestación trans en nuestra sociedad y cultura.
Ana Isabel Palacio, psicóloga de la Universidad Pontificia Bolivariana y especialista en Psicología Clínica de la misma, permitirá, a través de sus respuestas, reflexionar en torno a esta realidad desde una perspectiva más amplia, profesional y enriquecida.