Las historias de amor, en su diversidad, están compuestas por tres partes: inicio, nudo y desenlace. Cada una trae consigo desafíos para los amantes. Pero ¿qué pasa cuando a estos retos propios se le añade un cambio social inesperado?
Finaliza mi tercer domingo de cuarentena y empiezo a sentir el vacío de la soledad. Mi vida llena de programas, actividades y tareas por realizar no tiene agendada una cita con Cupido, por ahora.