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MEMORIAS

Es momento de abrir espacios en los que podamos revivir memorias que creíamos perdidas. La participación de Colombia en la Guerra de Corea dejó marcas permanentes en quienes prestaron su servicio, quienes aún viven llevan en su mente tesoros invaluables, quienes ya partieron dejan como legado las voces de su descendencia.

Jaime González

El silencio de un soldado raso

A más de catorce mil kilómetros de casa, estaba Jaime González, luchando una guerra ajena en un país ajeno, con un recorrifo que comenzó desde las frondosas montañas de Colombia, y lo llevó más lejos de lo que imaginó, hasta los frios campos de batalla de Corea del Sur.

Jorge Velásquez

Jorge Velásquez, el eterno militar. “Jorge, salí a jugar fútbol que estamos todos”, le gritaban sus amigos en Montebello, un municipio al suroeste antioqueño. Él, muchacho, se desvivía por quedarse hasta tarde desgastando las suelas de los zapatos de tanto patear el balón y secándose con la camiseta las gotas de sudor. 

TERRITORIOS

Los jovenes colombianos que combatieron en la Guerra de Corea tuvieron una larga travesía y vivieron momentos impactantes en lugares muy lejanos. 70 años después, estos territorios siguen siendo guardianes de sus historias ¿te imaginas cómo son?

Corea del norte, libertad en medio de la división

En 1948, con el final de la segunda Guerra Mundial, miles de años después de que la pangea se hubiera dividido y las fronteras estaban casi establecidas, un muro de alambre dividía de nuevo a un país en dos. La nueva frontera de Corea se llamaba Paralelo 38 y separaba a dos potencias mundiales, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), que tomó el control de la parte Norte, y el ejército de los Estados Unidos, en el Sur.

En las calles de lo que podía llamarse República Popular Democrática de Corea, asentados en el Norte, y bajo el poder de Kim Il-sung y la URSS, las trincheras se esparcían sobre las calles como montículos llenos de hormigas.

La travesía belíca de la fragata almirante Padilla

Además de ser un sitio turístico, Cartagena, conserva un legado marítimo procedente del Almirante José Prudencio Padilla, en su honor, fue bautizada la escuela naval de cadetes Almirante Padilla ubicada en la ciudad amurallada y la fragata Almirante Padilla F- En las calles históricas de Cartagena, los fervientes rayos de sol iluminan los lugares más recónditos de la ciudad y emiten una sensación térmica propia de las cercanías al mar caribe, donde el viento revolotea suavemente, formando olas fantásticas en tonos celestiales que terminan en una especie de espuma blanca, parecida a la que salió de los genitales de Urano y dio vida a la diosa Afrodita.


Una trinchera Coreana al suroeste antioqueño

A sus 21 años Jorge Velásquez Mesa partió a Corea del Sur como parte del Batallón Colombia, prestó su servicio en la Guerra de Corea durante 1 año pero las secuelas de un enfrentamiento bélico lo persiguieron hasta el día de su muerte. Su casa y su familia son testigos de las secuelas de la guerra en la mente de Jorge. Una capilla construida hace 420 años todavía se puede contemplar desde algunas colinas de Montebello, un municipio en el departamento de Antioquia. En la cima de uno de esos morritos, a media cuadra de su casa de muros gruesos, se paraba Jorge Velásquez con su esposa Ema, cada mañana.

Zona desmilitarizada de Corea






Hace aproximadamente 70 años los coreanos no estaban preocupados por la división, sino por el imperialismo: Corea era entonces una sola, pero sometida a la autoridad de Japón. La península entera fue una colonia japonesa durante treinta y cinco años hasta que se lanzó Hiroshima, una bomba atómica por primera vez en la historia, acontecimiento con los cuales se iniciaban los conflictos que llevaron a la división del territorio. Tres años después, el 15 de agosto y el 9 de septiembre de 1948, respectivamente, las dos Coreas proclamaron su existencia como países independientes, pero ninguna reconoció en su nombre oficial aquella separación peninsular. El Norte no iba a ser Corea del Norte, sino la República Popular Democrática de Corea; el Sur no iba a ser Corea del Sur, sino la República de Corea.

 

 

Expertos

La participación de Colombia en la Guerra de Corea puede ser analizada desde diferentes perspectivas. Es momento de conversar con expertos y entender, con ellos, las implicaciones de involucrarse en un conflicto internacional.

CAMILO PÉREZ

Colombianos en Corea, un vínculo de sangre

En 1950, Colombia se convirtió en el único de los 33 países de América Latina en atender el llamado de la ONU a apoyar militarmente a Corea del Sur en la ocupación comunista. Setenta años después del inicio de la Guerra de Corea, Camilo Pérez, magíster en Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Singapur y coordinador académico del Centro de Estudios Asia Pacífico de la Universidad Eafit, cuenta la raíz de este conflicto y los intereses de Colombia en participar en él.

CARLOS ANDRÉS MONTOYA

En guerra con la mente

Vivir la guerra fuera del campo de batalla es una de las luchas constantes que viven cientos de soldados. En temas de salud mental la generalización queda suelta, todas las personas de alguna manera afrontan momentos difíciles en sus vidas de manera diferente. 

JUAN CAMILO ESCOBAR

Es historiador, trabaja en la universidad Eafit como profesor de planta desde 1995, donde hace parte del Departamento de Gobierno y Ciencias Políticas; además, es fundador y participante de el grupo cultural conocido como Sociedad, Política e Historias Conectadas. En esta oportunidad, el historiador habla con Bitácora sobre la participación de Colombia en la guerra entre Corea del Norte y Corea del Sur en 1950; explica la situación política y económica en la que se encontraba el país en ese momento.

EDWIN ARANGO

Edwin Arango es profesor de Periodismo Político Internacional en la Universidad de Eafit. En esta analiza  la participación de Colombia en la guerra de Corea y las consecuencias que esta dejo en el contexto político, social y económico del país.

“La destrucción que trae consigo una guerra… crea un vínculo que incide en las relaciones internacionales”

María Fernanda Heredia es egresada de la universidad del Rosario en relaciones internacionales, su carrera tiene un amplio perfil profesional que actualmente desempeña en una compañía exportadora. Aunque se graduó hace tan solo tres años, ha adquirido experiencia en el área comercial y política de las relaciones internacionales, asimismo Mafer, como la llaman sus amigos, combina su trabajo con el desarrollo de una maestría en la universidad Sergio Arboleda enfocada en Política y relaciones internacionales.

MARIA FERNANDA HEREDIA

Los veteranos de la Guerra de Corea son, ahora, los miembros más longevos de sus familias. Sus memorias combatiendo en un conflicto tan lejano son el origen de muchos sentimientos en su descendencia. Este es un espacio de construcción comunitaria, abierto para compartir recuerdos, fotografías o emociones.